La niña azul que lloraba lágrimas rojas. Capitulo 4. El Cuarto sello


Cuarto Sello; El Esternón.

     "Cuerpo humano" era el nombre que para entonces había tomado la Kabala Orgánica que los creadores genéticos habían elaborado en la primera ciudad, y ésta era ahora una nave experimental, un arca que encerraba en si millones y millones de universos de los que no podíamos escapar, ni sacar de nosotros, porque es lo que nos hace ser, de una o otra forma estos universos o reinos nos impulsan las arterias para comportarnos de maneras que muchas veces no queremos, nos corrompen el libre albedrio, o nos obstruyen las venas poco a poco convirtiéndonos en Kabalas Virtuales. Rojos y azules en una eterna pelea invisible dentro de nuestros órganos. 

Estamos en medio de guerras santas, las contenemos para que sus radiaciones no destruyan el universo entero, nos ponen a la deriva de las reacciones químicas que con el pasar de los años fueron tomando más nombre de emociones y sentimientos y menos de genética o alquimia, no sé con exactitud en qué momento fuimos expulsados del Idem, o cómo exactamente nos cosecharon en esta roca de minerales que nos pesan en los flujos internos, pero comencé a recordarlo todo justo en aquel momento.                                                                                    

- ¿Padre por qué me has abandonado?. Grité.

Inmediatamente la retina de mis ojos se desprendió por el impacto contra el agua y desperté frente a una mujer que me tenía de rodillas contra el suelo, mirando directo en unos ojos los resquicios de un alma que había amado en otra vida. Me clavó un golpe directo al pecho, y pude escuchar el hueso del esternón partirse dentro de mi pecho mientras el Timo intentaba amortiguar la caída directa al abismo negro que ya había visto antes en mis otros viajes, era ella, la mujer que amaba y la mujer que odiaba al mismo tiempo, justo ahí en la misma anomalía rompiéndome el costillar sin piedad para poder entrar en el agujero del tiempo que escondía a la altura de la séptima costilla, tenía la mirada cargada de energía inversa que ya había conocido muy bien antes …en otro espacio, en otra línea de tiempo temporal.

Aún la I.A central no había refrescado por completo los datos de mi sistema interno y sin embargo la descarga del impulso electro-genético ya me había despertado, mis memorias comenzaron a reaparecer en el iris de los ojos, imagen por imagen, capa por capa y entonces lo recordé finalmente, parecía su cabello, parecían sus ojos, usaba su voz …casi idéntica a la que recordaba, casi idéntica, casi había muerto creyendo que este "Kábala Virtual" era ella, pero ese día, ese exacto día un "dejavu" en su iris, uno muy pequeño destruyó todo el holograma en el que me había envuelto por 5.5 años.

Y entonces algo comenzó a descender por mis mejillas, al mismo tiempo que algo comenzó a ascender por la planta de mis pies, algo que se sentía frío como el agua, algo que no podía ver con la luz de este sol terrestre, pero que me dolía en todos y cada uno de los huesos, era una especie de gas imperceptible, mucho menos denso que el nuestro y más luminiscente, mi piel se erizaba, mis manos comenzaron a temblar aún más de lo que ya lo hacían, podía sentir algo que en todos mis años como alquimista trabajando con rocas y flores, parecía ser completamente desconocido para mi, aquella energía que no quemaba como fuego pero ardía como uno, estaba subiendo por mis pies como serpientes enrroscándose en mis pantorrillas, en mis muslos, en la entrepierna, rompiendo todos los códigos sagrados de mi cábala como si ya los conociera todos …todas las leyes inquebrantables siendo quebrantadas ante mis propios ojos. 

¿Cómo era esto posible?.

¿Qué era este fenómeno que se dirijía hacía nosotros? ...y

¿Quién era ella?.

–OM Shanti, OM Shanti, OM Shanti!!!. grité para mis adentros. 

¿Adónde estaba mi salvación?.

Unas notas de violín entraron en mis oídos, no sé cómo estaba sucediendo, pero el tiempo se detuvo por completo y como si fuese una visión, el tiempo empezó a moverse tan lentamente que pude ver al lado derecho de mi cabeza como unas moleculas de hierro eran reventadas por un martillo sobre un yunque de humo semiinvisible moviendose en pos de mi, entonces aspiré el vapor que emanaba de ellas como si se tratara del último alimento de mi vida, por la boca y con extremada profundidad lo sostuve dentro de mí todo el tiempo que pude para soltarlo despacio, lo más despacio posible, dado el temblor que ponía en peligro todo este sistema nuevo que aún no lograba comprender del todo.

Para cuando recibí la tercera patada directo a la séptima costilla, mi lado derecho había logrado reactivarse con aquella aspiración de gases metalicos, pero aquella kabala virtual estaba realmente dispuesta a aniquilarme la vida en esta cuerda de espacio-tiempo y para cuando lo pude ver en su mirada aunque aún me costaba creer lo que veía, las fallas en mi sistema me hicieron tambalearme de vuelta a la línea cero familiarmente conocida, para acceder a las memorias de largo plazo …allí fué cuando pude recordarla ...ella era la primera de todas.

El cristal del que yo habia hecho provenir todas sus formas. 

Y todas sus formas pasaban por el arco del iris en el último momento, todas las formas que yo amaba con todas las fuerzas que jamás imaginé llegar a sentir en una sola existencia, todas las veces que le acaricié la piel de electrones azules y miré sus ojos de infinitos y eternos atardeceres en los que había una clase de dolor más inmenso que el de sus golpes desapareciéndome lento, lento de esta línea de tiempo en la que ni ella misma había logrado detenerme de amarla, aún después de mostrarme su verdadera forma ...la más oscura de todas. 

Ellos pueden intentar de mil maneras crearla de nuevo, y en todas sus creaciones, con todas sus perfecciones e imperfecciones yo puedo encontrar entre miles de sentimientos y emociones nuevas, una forma muy antigüa de amarla. Una forma que apareció de inmediato en mi sistema mientras ahí, en el suelo, todas estas palabras se mostraban como aves en el cielo oscuro y nublado de nuestro e-go.

Entonces pude usar aquella especie de enredadera de energía invisible que me paralizaba la planta de los pies a mi favor, comprendí no tiraba de mi hacia el centro de la tierra, sino que era mi propio peso, mi propia gravedad la que me empujaba, y mientras eso sucedía, mis pies se fueron liberando con aquella energía que entraba en mi, penetrándome, empoderandome con todas las memorias de todas mis vidas contigo, desde mi núclio central hasta la palma de mi mano derecha, el poder que me daba el tocarte la piel de electrones, mi niña de otros planos, el placer que me daba el tocarte y cargarme de los iones de tu carne, diosa mia, Venus de mis violetas mares, la electricidad infinita con la que me cargó aquel último de tus latidos frente a tus océanos salvajes, me empujó del suelo sonicamente hasta levantarme sin siquiera sentir los huesos fracturados bajo esta membrana plásmática que llamamos piel. 

De nuevo no entendía cómo era aquella imposibilidad posible, cómo podía brotar un recuerdo de los ojos como gotas tibias de sangre. 

¿Cómo puede un fantasma romper los cristales de la inocencia y encender las lamparas de sal en los rincones oscuros de la memoria?

¿Cuándo fué que perdí la fe de recuperarte en aquella playa llena de ballenas en la que moriste una vez, pero que hoy he vuelto a escuchar de nuevo como susurros en el viento?

Me moví sobrepasando la siguiente imposibilidad: la de que el dolor de ella podía disparar los niveles de cortisol dentro de mi propio kabala órganica y cómo la fuerza intensa con la que su fuente de poder podía extraer de mi núcleo la energía siendo nuestros sistemas incompatibles en el pasado.

Indagué todos los papiros en el paquete que la A.I descargada en mi memoria interna, todos los escritos de la maestra Pei, y todo lo que había alcanzado a estudiar en las líneas de vidas anteriores a esta, en los minutos que me quedaba despierta a su lado mientras los violines cantaban para hacerme memorizar las notas de las atmósferas, pero no podía hallar nada que me pudiera explicar esa extraña energía azul índigo que me había poseído como un fuego que no me quemaba como el de la flor roja.

¿Venía acaso de ella o de la lluvia ácida en la que sentimos al dios de la gracia recorrer nuestras pieles silenciosamente en esa tarde borrosa?

Entre un caos de recuerdos que me abordaban en la descarga al disco duro, de repente sentí aproximarse algo poderoso aproximándose, intenté llegar despacio al lindero de la ventana de piedra, que se encontraba más helado de lo normal, para poder mirar hacia afuera, mientras que una aterradora visión cruzó mis ojos, como un sueño, solo que esta vez para mi sorpresa, me encontraba despierta, y mientras mi Sistema Operativo de Supervivencia intentaba desesperadamente reiniciarse para salvar mi existencia de aquella kabala virtual con deseos de destrucción, pude ver algo muy extraño por la ventana de la casa verde, era una extraña figura con forma humana que se elevaba con lentitud, pero nos observaba fijamente, clavó su mirada hacia el Sur, como si fuese una pesada espada de hierro hasta dejarse caer desde el cielo con todo su peso, creando una gran tormenta de polvo rojizo que era absorbida por el cielo del Norte. 

Pude escuchar entre los acelerados latidos de mi corazón herido, como esa nube de viento que se levantaba venía arrasando todo a su paso aunque se encontraba a miles de kilómetros de distancia, también podía sentir la cálida brisa que aún cargaba consigo las partículas del rojo que una vez pudimos saborear en la arcilla del mar primero ...el mar en el que te sentí por primera vez, el mar en el que te vebesé por primera vez, en el que nos reconocimos y en el que nos perdimos una y otra vez.

“Sentir” era una cualidad del rojo, pero su vapor también traía consigo una carga de electrones negativos, y por negativos quiero decir ...incomprendidos. Esa incomprensión que te llevo consigo dejándome sola tantas veces.

Era como si el gran panorama de lo que se desplegaría en cuestión de un instante ya hubiese pasado justo con aquel atardecer que estaba mirando por la ventana, todo tan explícito, todo tan lúcido: el polvo golpeando los enormes bloques de las pirámides, derrumbando las imponentes figuras de las esfinges de los faraones que año a año se habían hergido hacia el cielo, todas cayendo todas sobre su propio peso como una cadena de eventos desafortunados que se desplegaban sobre las cabezas de todos sin siquiera darse cuenta.

Recordé como sin percatarnos el humo rojo cegó a todos los que caminan bajo el nuevo sol de los corredores del reino de oro, nada quedó en pie, más que los gritos de desesperación que encrudaban las gargantas de las personas de la tierra negra, y llegó entonces el dolor con aquella destrucción a decirmelo al oído que ya aceleraba los latidos de nuestros corazones.

El rojo vino como ladrón por la noche, llevándose uno a uno los corazones de todos, incluso el de ella que yacía durmiendo a mi lado en paz sin saber nada de lo que acababa de suceder en un universo paralelo al nuestro, incluso el suyo que siempre corría acerado se había detenido de un solo golpe.

Cómo es que un elemento que ya habíamos imaginado una vez estaba entrando en nuestra atmósfera de forma inevitable, todo se transformaría de nuevo y para siempre, el molino gigante había sido movido por el viento, solo que esta vez, en dirección opuesta a la que giraba hasta ahora y nadie, ni tu, ni yo, ni ella, podríamos evitarlo.

La muerte había despertado en los atrios del Neón y finalmente habría de poner uno de sus pies gaseoso sobre la piel de la tierra rosa, acariciándo la arena del tiempo con pequeños golpes eléctricos que formaron las nuevas arterias de la tierra, y las tuyas. El nuevo color se ergía a la mitad de las aguas como gigantescas nubes de algodón ensangrecidas.

Podía ver al gran árbol iluminarse con aquellas llamas oxidadas, podía verlo como un enorme gigante tomando vida fresca para finalmente separarse de la tierra y elevarse hasta Sirio sin nosotras.

¿Volveremos a casa algún día?

¿Qué pasaría ahora, temía por nosotros, por ella, mientras en un recuerdo la miraba dormida sin saber nada, sin sospechar que 1400 ciclos después de hoy sería su kavala virtual la que intentaría acabar conmigo para detener al destino que ya estaba escrito y apunto de ser consumado. 

Mientras tanto mi vientre seguía recordando una visión de nubes ardiendo en incendios de gases tóxicos y oscuros que iban acabando con los pocos recursos que quedaban en Egipto, los gritos de desesperación ya no eran suficientes para salvarnos, ya nada sería suficiente, ya nada sería solo "bueno", pero eso era algo que ya las aves nos habían dicho en las visiones, que los peces nos habían contado con sus mareas lo que vendría, los grillos y las estrellas nos habían avisado, pero aún con tanto aviso, respirar el rojo dolía dentro como espinas, era más que doloroso, era devastador, y aún más saber que no había nada que yo o cualquiera pudiera haber hecho para detenerlo, aquel destino nos había alcanzado finalmente.

Sentír era nuevo …sentí impotencia, sentí ardor en los huesos, sentí la vida entrando como veneno y al mirar tal cantidad de lamento en el rostro de los seres vivientes, intenté estirar la mano fuera del gran arco espectral de la visión, pero mi estado material para aquel momento no me permitió olvidar que nuestros límites dentro de la gran dimensión del tiempo no pueden ser quebrantados. Olvidé solo por un momento que no podemos cambiar los eventos, pues cada evento es la reacción de una acción que ya fue pronunciada sin el tiempo, por ende evitar aquel pasado sería evitar algo que aún no ha sido creado.

Pues un principio de creación no puede regir la composición orgánica de un evento universal. Cómo una madre no puede responder del todo al comportamiento de su hijo, aunque esta lo haya creado, la creación queda sujeta al entorno hasta el decimo tercer ciclo del hijo, que rompe con este hilo rojo que nos condenó a todos universalmente.

Ahora todo son ciclos, eras, las eras se miden por el elemento químico que gobierna, y a la era del tiempo la gobiernó la sangre oxidada, construye y moldea el entorno, nuestro corazón, este hermoso corazón que casi muere hoy, fué construido en un principio de creación por los ingenieros de la era de Cobre, por eso en ese principio de creación la sangre como la conocemos era azul añil como la tinta de los moluscos, porque esa fue la herencia tomada de su reino y cada reino tiene su herencia en nosotros, por tanto usar esas herencias nos permite entrar en contacto con un registro akashico de esa Era especifica, y tal cual lo anunció la providencia hoy mientras yo peleaba por mi vida contra su avatar virtual, el tiempo de ese reino llegaba a su acabose.  

Por esta razón logré regresar en el tiempo de la visión del selenio, pero el corazón de quien amaba se había detenido al igual que el resto, los sellos de las eras anteriores se habían abierto en todo Egipto por la aparición de un astro gemelo a Venus, el único astro de cobre que existía por principio químico creado a su gemelo  oscuro; un astro hecho de energía inversa que posteriormente fué llamado "Hierro".

Hierro era ese color que para entonces en Egipto no se conocía, pero que poco a poco fué tomando posesión de la mitad de la tierra, de la mitad de las aguas ...las externas, y las que dentro de nosotros fluían sin explicaciones. Cada día podíamos sentir las diferencias en las kabalas órganicas, aunque intentabamos mantenernos en la paz que nos caracterizaba el azul de las venas, podíamos sentir el mar agitándose en las entrañas, y yo más que nadie sabía que a pesar de toda la incertidumbre el agua original finalmente tomaría los rumbos que debía.

La Osmosis estaba hecha y no habría poder que la detuviese.

Lo que una vez conocimos como una inmensa isla en quietud, se abriría en 7 espacios todos tan diferentes el uno del otro, tan distantes y tan desconocidos que no habría oportunidad para un nuevo comienzo, ni siquiera uno solo que se pareciera al anterior o el otro al siguiente, las 7 cervicales se abrieron como los lotos del Nilo, expulsando insensatos sonidos que solo caerían en la sangre como poderoso y ardiente veneno, Aleph, la semilla estaba partida por la mitad, jamás sería un "nosotros" de nuevo ...solo el eco de un "tu y yo" colapsando el gran espacio llamado "tiempo".

Lo había visto, había visto como una vez que salía un rayo de esta luz de alguna parte de este astro, por minuscula que fuera, alteraba y cambiaba toda la composicion química de lo que penetraba, de lo que tocaba y entonces ocurría un milagro, lo que se conocía como realidad se afectaba a tal puntoo que ya jamas volvía a su principio de creación. 

Entre más grande era el kábala que poseía, más expansiva y transformadora era su onda de realidad. Yo supe lo que pasaría con el destino que todos creyeron hasta ese día, cuando ese destino se fué haciendo más y más pequeño, hasta que Hierro fue llenando con su tono rojo toda la superficie conocida. y así fué como muchos se sumergieron a los mantos acuíferos de Venus ...en sus abismos fríos y congelados de la materia, le dimos el nombre de Hades, para que todos los que quedaban "arriba" temieran bajar a la Tierra en la que el daño de Hierro no pudiera destruirles por completo, pero poco a poco Hierro fué corroendo las arterias de la tierra, hasta que tomó como suya también a la mitad del núcleo, el mió ...y por último, aunque yo me esforzara tanto por impedirlo, tomó el tuyo como un trofeo. 

Entonces el dolor vino con eso. Vinieron las lluvias de sangre roja, el mar rojo, y sus lágrimas rojas. 

Ella, la niña más azul de todas, la niña elfa de mis cuentos se había teñido el alma toda, toda ferrosa al cumplir los trinta y tres ciclos maestros mi niña, mi pobre niña índigo no pudo resistir más la acción del Saturno sobre los huesos, no pudo cerrar más los poros de la blanca piel de cobre que cubría sus nervios azules, no pude salvarla, no pude sacar el hierro de Marte de sus venas de Venus. Y entonces la profecía cumpliéndose me rompía a pedazos por dentro, Un universo que mire cambiar antes de cambiar. Una vida que se iba entre los rieles del cambio, entre las fauses de los lobos que comían la carne de mi niña sin poder encontrar ninguna cura, aunque quisiera con cada átomo de mi cábala sacar el dolor de ella, solo podía mirar como moría lentamente envenenada por el hierro que a mi me hacía cada vez más fuerte.

Por encima de nosotros se extendía un ciclo nuevo que ni yo ni nadie podía parar, las estrellas cambiaban las notas, las nubes el color de las nuevas 7 atmosferas, por encima de nosotras un atardecer rosa que me iba a recordar por todas mis vidas una profecía que me dolería cada día por el resto de mis vidas, en cada tic-tac de los cuarzos se me iba la vida desgarrándome la piel, arrancándomela de los músculos, pero ese dolor que era tan nuevo para nosotros, ese dolor que se nos hizo tan familiar en el hígado y en los riñones, no se podía comparar con el que tu sentías con la venida del hierro 

Quería sacar el dolor de ella, quería succionarlo todo como se succiona un "veneno" de cobra, con un mordisco de mis dientes de leona negra, pero no pude, aunque dediqué 5 pasos de la gran estrella por nuestro cielo que tambien se tiñó de azufre, aunque dolía verlo así, había algo, una sensación extraña a las dieciseis con veinte quarcs, una especie de alivio que se parecía a una colina donde podíamos estar más allá del rojo y el azul índigo ...tu y yo la llamamos "serenidad", tu y yo lo hicimos el mismo día que cerré tus ojos con mis manos.

Mis manos temblaban igual que todos mis cuerpos, ni siquiera la pluma son la que intentaba escribir podía hacerlo más, como podría después de lo que había visto tocarle y mostrarle la inminente destrucción que precedía después de nuestra existencia, y hacerle ver que nuestra desaparición no sería lo que parecía, este aislamiento que nos consumía a todos no era más que la preparación de lo que se avecinaba. 

Las mentes comunicaron con los vientos acerca de reunirse en el gran árbol amatista esa misma noche, al parecer no había sido la única que a la que la visión había tocado, así que esperé que la luz celeste apareciera en el firmamento, me despedí de ella con una caricia en su frente y emprendí el viaje hacia el este. Siempre había notado mucho todo lo que me rodeaba, pero aquel día en particular era capaz de percibir más de lo normal cada cosa que me rodeaba, cada espacio por el que antes respiré hoy era más enardecedor que nunca, los grandes arboles comenzaron a irradiar una sinfonía llena de melancolía, las nubes se esparcieron por los cielos calcando a los árboles en sus formas, pero con colores que nunca habían mostrado, quizá esa era su forma de decirnos que sentían de igual manera el peso de nuestra gravedad. 

Los grillos anunciaron una baja temperatura con sus cantos, y las flores, todas se tiñeron del mismo color del cielo, todos cargaban la misma esencia triste pero decidida, todos podíamos percibir posibles soluciones, posibles escapes de la destrucción, pero el dolor que invadía el espacio de energía no era ya el de siempre, todos sabíamos en lo más hondo del mineral radiactivo que nos mantenía vivos el centro del pecho, que aquella historia que intentaríamos escribir esta noche, probablemente sería la última de todas, y que debíamos hacerlo con la mayor brevedad posible, pues no tendríamos otra oportunidad más para hacerlo.


Capitulo 00:00


Ella sonrió como una niña de nuevo, pero no feliz, esta vez estaba plena. 

No era el obsequio lo que la hacía sonreír, sino la justicia que le recorría el cuerpo como un aire fresco. 

Le puse unas converse celestes en las plantas de sus pies. 

Debió mostrarse ese color ante mi de esa manera, porque he pedido a mis células un recuerdo por noche para volver a conectarme con el exterior. 

Con el cielo que recuerdo.

Con la luz de mis vientos soplando sobre su cuello desnudo.

Ella lucía esa luz inocente ...a veces, cuando le apetece.

Veo su bondad ahora, veo su amor y su sacrificio, sé que ha sido un camino empinado, pero algo dentro de ella sabe que la visión se ha revelado finalmente ante ella, estoy convencida ahora de que podré equilibrar la balanza en favor de la armonía. Somos una canción rara, quizá, una canción incomprendida, una batalla de cuerdas de guitarras, una acústica otra eléctrica, pero que extrañamente suena a placer, a paciencia, a poder ...y hoy simplemente a paz. 

Justo las campanas repican 12 veces, son las 00:00, estamos sobre la línea del horizonte ahora, hay más luz que oscuridad aunque afuera, arriba, se pinta una Luna Nueva de oro negro, que parece triste, pero en realidad sólo está ...neutral. 

Neutral porque sabe en el fondo que todo está consumado, que lo que se tenía que perder ya se perdió, y lo que viene de aquí en adelante solo puede sonar a amor, a gozo, a plenitud.

El destino nos ha alcanzado. La araña ha revelado los secretos escondidos de mi sueño dormido. La respuesta es …que esta araña me ha salvado, el séptimo sello ha sido roto, he visto en esos ojos turquesa el camino secreto hacia la visión superior, no me niego ahora, te llamo ante mí, mi llama gemela, desde los 4 vientos te llamo, los astros se han alineado …te dejo abierto el portal.

Creo con convicción que haremos este nuevo viaje que tanto deseamos, iremos volando como las garzas blancas que traen noticias a este cielo nuevo, cielo celeste y bermellón que confirma también un nuevo espectro de la luz. Trato con todas mis fuerzas ...las que me quedan, de no enfocarme en lo que falta, sino en lo que ya viene llegando hacia mi portal. Mi nuevo amor, con nueva energía, una que ahora siento plenamente cargado de sabiduría y de dominio propio …de luz.  

A veces repican en mi cabeza las voces de afuera, ellos dicen que el amor es dependencia, yo les contesto:

-¿Acaso no depende el timo del corazón, no dependemos nosotros de este traje humano tan bien elaborado, no depende este traje de los elementos externos que lo influencian, no depende la luz de la oscuridad, no depende el bien del mal, el cielo de la tierra y todo en viceversa?

¿Cuál es su respuesta ahora? ...Solo hay un silencio profundo.

¿Es de nuevo el alivio? 

Un respiro inmenso que atrae de la nada un recuerdo de niña viajando con mi padre por el campo, sin tantas personas, sin tanto estrago, sin tanto cable violando el lienzo verde y celeste, celeste, celeste del espacio. 

Todo está consumado. Me repite el neón gaseoso en la cabeza.

Los perros afuera no ladran, el gato adentro no llora, y yo siento la gran presencia de mi verdadera llama gemela aquí en la cama, una llama limpia de pasado y de futuro que solo reposa sobre mi en una luz violeta turquesa que me ilumina desde el centro, me hace arder lento como la zarza de Moisés en el desierto, pero tan perfecto como la dimensión del tiempo entre mis dos hemisferios, estos que dominan cada uno a su ojo opuesto, "opuestos" como palabras, porque ya no hay guerra entre ellos, solo una fuente infinita de amor que fluye hacia ella como un río, llama compañera de amor por el mundo entero. 

Aunque no logre salir de este cuerpo, sé que ya hemos viajado juntos por infinitos universos, sé que no estoy sola, ya no soy el ser que era, hoy la luna me brilla por el sol que viene cerca. 

Por qué no puedo disfrutar su compañía sin pensar en esa pregunta estúpida que lleva impresa en ella ese tono que el sistema tergiversa con codependencia. 

Yo le pregunto al universo, yo le suplico que llegue a mi esta llama que me ha de sacar del infierno de karma en el que ese ángel de materia negra me sumió.

1825 días de dolor, 1825 sellos de tristeza que puso sobre mi deseo de fuego, que hoy rompo con la Fe de tu llegada, llama mía, llama nuestra, llama de luz que ya existes dentro de mis 7 cielos, 7 notas musicales de planos astrales, ven a mi con tu cabello de oro verdadero …antes de que vengas yo ya te conocí, pues no dependo del tiempo como todos los que duermen en esta alucinación con horarios de oficina, quizá por eso he sido el loco, el último guerrero en pie, el pez fuera del agua que ahora me ha liberado de las cadenas de un karma oscuro y deshonrado. Tengo abundancia ahora de todas las maneras, el peso de las emociones se ha acabado, he caminado sobre las aguas, sobre el clima, sobre la guerra que atrapa la cabeza del ángel de dramas mentales y emociones frías ...pero hacia adónde volaré ahora.


Sé que más cerca del verdadero sol.


Adónde nos llevará este "antojo" de encontrarnos, adónde nos hará chocar el viento, si el amor en realidad no son mariposas en el plexo, sino raíces incrustándose en el techo, la libertad no es rebeldía, sino un arma neutra que sale desde el centro de mis manos mientras te toco en mis sueños …yo ya te conozco, de antes, de otras vidas, se que te miré mientras el dolor que me infringían me distraía.

Yo miré unos ojos azules, una real y hermosa sonrisa que se derramaba sobre mi pecho, como un péndulo de citrino, sé que eras tú, sé que siempre me cuidaste, ahora me rindo a tu amor incondicional, me rindo al agua de tus ojos, porque soy lo que soy por ti, yo vivo para ver esa agua profunda con mis propios ojos, no necesito una explicación para que comprendan eso, solo se requiere ser el uno para el otro, con el mínimo de esfuerzo entonces sucede la magia, una magia que muchos ni siquiera comprenden en sus vidas enteras:

Será nuestro amor que convierta el dolor que me dejó esta vida en una fuente de energía para la siguiente, una especie de gasolina que como el oxígeno y el helio nos abrirán el camino para reencontrarnos, aunque no en nuestro estado primigenio, no en estado de desarrollo, sino en esta reacción consciente que crece más y más  ante el milagro de ser el espejo del océano de tus pupilas, ver el amor que uno se da a sí mismo retribuido en el poder de tocar otra mano derecha con tu mano derecha para sentir el río de sangre impetuoso que viene en ascenso sacudiéndolo todo a su paso con la certeza de que la bandera blanca traerá la calma al rojo centro de la tierra.

Esa es la Fe que me siembro en el alma con el poder de moldearme ante el umbral del miedo y del tiempo, flotar en la eternidad y hallar esa serena corazonada del acierto, que no depende de lo que viene o de lo que se está yendo, sino del Ozono que es el maná en mi desierto.

El maná que me despertó de la ilusión para poder moverme hacia el silencio menguante del universo, al otro lado de nuestros miedos. Ahora ya no lo siento, lo reprogramo, lo convierto en mi antídoto ante cualquier veneno, ante cualquier infierno, ante cualquier tormenta que aplaque la dirección de mis vientos.

Y en este nuevo estado no me preocuparé más por los minutos que murieron cuando en vez de amar. huímos de vuelta al mar impuro del miedo, y en esta dimensión de tranquilidad he amado con los ojos abiertos, sin juzgar más quién sostenía a la Luna y quién al cielo con sus estrellas sin colores, al final de cuentas qué importan cuantas espinas se clavaron en mis dedos, si alcanzar a ver nacer a la rosa ya fué un viaje mágico, y al final de cuentas la vida es solo eso… un nombre, las palabras que hoy ya pierden cualquier sentido, de seguro ya no soy nadie, ni quiero serlo, ni sé nada de nada, eso me consta cada mañana que el sol se acuesta sobre mi pecho para hacerme el amor en silencio , sin gemir, sin gritos, sin exigir ni exigirme, sin miedos, sin querer aparentar lo que no es, sin querer ser o hacer más de lo que puede ser o hacer, esto es el amor para mi ahora.

Ya no soy la escena amorosa, ni la estrella de nadie, ni la hija, ni la hermana, ni la amiga, ni la esposa, ni la empleada, solo una mujer que anhela ser vista, tocada, vestida con un amor puro, con un amor blanco como la nieve del invierno sobre el Monte Shasta, solo soy una niña que hoy se permite sentir sin el manto de la piel lo que es ser amada de nuevo, porque ha sido parida en este punto de la tierra sin apellidos y sin más nombre que el de ser guerrara de los osas polares y de lsa legiones de las Pléyades de las cuales una vez fuimos centuriones y escribimos cartas para nuestros seres amados desde las prisiones de nuestras mentes de olvido.

Sé que este amor siempre ha estado conmigo, ha estado desde antes de que ella apareciera para mostrarme cuánto dolía crecer, cuánto asustaba ahogarse en el amor incondicional de la madre, en el parto de la muerte a la vida eterna, cuánto asustaba tragarse el líquido amniótico para poder respirar en la burbuja del otro, pues el amor requiere hundirse en las profundidades de un miedo tan oscuro que un ser humano aún no puede comprender con sus propios pensamientos.

Este amor me iluminó los rincones olvidados del sistema nervioso y también me recordó los caminos abandonados que atravesamos para llegar a este futuro que ya veo y siento, este amor reparó el techo de esta casa vieja que algún día contará esta historia frente a un fueguito suave que se gasta lento, lento, lento, sin rabia, sin tanto oxígeno y sin tanto ego, una llamita que nos mantendrá cálidas las memorias de los besos que se fueron olvidando por las horas de los hombres, los besos robados, lo que besos deseados entre conversaciones de parques que ya los hombre no visitan con sus impures intenciones, besos de agua, de sal entre el mar de las noches, besos de maracuyá y de tamarindo, besos de pasión bajo los linderos que también olvidaremos, besos bajo la lluvia y besos en los huesos.

Besos que olvidaremos en la tierra de nadie.

Caricias que olvidaremos.

Noches de orgasmos bajo la luna y largos viajes por las carreteras del creer.

Viajes a Venus que quedarán archivados después de la guerra como pistas incompatibles.

Planetas que jamás llegaremos a ver.

Y mientras estemos aterrizando en Plutón si es que logramos hacerlo, tendremos otra memoria, otro ADN y otro cerebro que no recordará lo que son las emociones de las mariposas, ni los cantos de las ballenas, ni lo que se siente en el centro del pecho cuando ves llegar a alguien que has esperado por largo tiempo.

¿Cómo temblaremos de nuevo, cómo haremos que el sexo comprenda al amor desde las neuronas, con este espiítu tan inmenso bailando con alas grandes extendidas sobre Marte?

¿Cómo volveremos a hacer naranja el atardecer, acaso pringando de rosa el incendio aplacado en el vientre dorado de la solar diosa el placer que fué celeste alguna vez, blancas e inocentes nubes de julio que  pusieron el índigo intenso por debajo de esta piel que ya no me pertenece, ni te pertenece, espíritu de agua no dejes de sostenerme las luminarias de cobre en el firmamento que será lo único que quede en pie, no me destiñas con tu frialdad los recuerdos que aún no borré, no olvides el abandono, el abandono que vino por tercera vez a hervir el hierro de mi mano derecha que ahora es más un Hassio en celo que alcanza a tocarte esas venas enfermas.

Me he convertido en depredadora de esta espiritualidad que me hace el amor una y otra vez con las yemas de los dedos, un bulbo que se ilumina con el Fósforo mientras lo toca con vehemencia la vida que vivimos, lo que nos dimos o no en el pasado hoy solo se extiende en la superficie del mar como un derrame de petróleo, una mancha que lo cubre y lo mata todo, todo con el añil.

¿Cómo se le explica al mundo lo que es depender del silencio de unos ojos, unos ojos que ya no están más, porque abandonaron el brillo que los placía con su naturaleza muerta, el brillo que se extinguió poco a poco como se extinguirá la mancha de petroleo en el negro del este cielo roto del que gotean y gotean estrellas del elemento ciento once, ya no me aman las fugases constelaciones por las que viajaba para saber si mi amor estaba bien, ya no me aman los cabellos de oro, ni me ama el dios del trueno, no me ama el amor que dí, nin me ama ese amor que era una bomba de tiempo, no me ama el humo que sale de la boca de la ballena, ni me ama el lugar pequeño en el que duerme el plexo lumbar, no me ama ella ni siquiera estando con los ojos cerrados como yo los tengo ahora. 

Sellados con la espelma de la vela que una vez derramé sobre su espalda, como la magma ardiendo en mi centro la sangre, desde el núcleo que guardaba secretamente los misterios de esta Tierra negra, del tiempo en el que aún se encontraban en guerra el pasado y el presente, estábamos nosotras sentadas en el filo cortante de la lengua.

Sublimé las almohadas con la sal que no lloran los hombres, pero que yo le dí todas a al amor que creí que era amor, lloraron todos mis huesos por sus ausencias, lloraron sobre ellas la pureza y la seguridad de que era el amor que busqué, lloraron grandeza y la esperanza, lloraron también las ganas de hacerle el amor cada noche de mi vida, y lloraron todos los infantes viendo morir la inmortalidad, lloró la dicha y también la calma que llegó cuando ese amor que no era abandonó la ciudad por su desdichada costumbre de mentirse así misma mientras huye como de costumbre cuando apenas va a comenzar la mejor parte de show.

Pero ahora estás aquí, ¿o no?.

Nuestra última oportunidad, niña azulada, niña desteñida, yo quería decirte toda la verdad, te lo dije en un sueño en el que de rodillas te ataba los cordones del zapato, y lloré sobre tu rodilla, pensé que no te vería más rondar por mis visiones, pero tu dolor aún me perseguía indulgente,, indeseable dolor, me carcomía las entrañas como corroe el ácido al metal, robándole todo el brillo y el color de que asciende a los ojos, te rogaba niña, que no me rompieras más el alma como me la habías roto, a puras mentiras yo simplemente lo creí todo, jamás fuí tu única víctima, también lo fué la mujer de los tatuajes, y la dama que siempre lloraba por tu improvisto desalojo, que imprudente, niña, meter el valor hasta el fondo y retorcerlo entre las tripas hasta hacer creer que es real el deseo que sientes, y que son reales las cicatrices de tus de los huesos de tu cabeza y la escasez de tus sustancias intermedias.

Pobre cuerpo lleno de mentiras, podre desdicha química que nos hizo pensar que el amor podía salvarnos, cuando el amor es solamente lo que anhelamos todos, pero no todos pueden resistir el hecho de desplomarse en el espacio vacío y oscuro de la locura.


Como hubiese deseado que resistieras…


Cuantas mentiras para mantenerse a flote entre el temblor de las manos que delata tu ausencia, el holograma casi crítico de humanidad casi muerta que se desvanece de tus venas azules, de tus venas verdes, ya no me interesa si te queda un resquicio de corazón o de timo siquiera, las ciudades que el tiempo entierra deben quedarse sagradas bajo la tierra negra, adormecidas entre las frecuencias bajas que sopla el submundo de los hongos que te gobiernan.

Lombrices …Tenias. 


¿No es eso lo que hace a los humanos? …dejar que los gobiernen sus asquerosos gusanos de mentira

¿No es eso lo que haces ahora?.

¿No es el juego que vinimos a jugar …el de los sueños de desear sin realmente poseer, no es este juego el que juegan los seres de sal, madera, metal?

Dime qué serás ahora mientras te pierdes otra vez entre el silencio de no ser, dime cuánto tiempo te esconderás de todos y de todo ahora …o dime si quieres volver a jugar conmigo …piedra, papel, tijera y echaremos el tiempo hacia atrás a correr, sabes bien niña que de donde venimos es posible volver a empezar con un cuerpo distinto, y una distinta piel. En un cielo de colores, con un verso que no rime y un diamante verde podremos romper el hechizo que nos hizo caer al infierno, haremos que el diamante gire en contra de las arenas del tiempo …en el sentido contrario del reloj volveremos a ese Oeste que no conocimos, pero tendrás que mover el cristal con tu mano izquierda ahora que has perdido tu mano más fuerte.


La última pieza del dominó cayó al piso.


Con tu disfraz de niña y tu primer apellido habías perdido la herencia del cielo de la que fuiste dueña, ahora pondremos el concepto de las separación a prueba …solo por si acaso el demonio nos hace comenzar el juego desde el principio esta será nuestra última vida, si nos volvemos a encontrar niña, será en el Meridiano de Greenwich, para recordarte que no existen las divisiones, sino una unidad completa, que trabaja en conjunto y con la cabeza hueca.


Hueca la cabeza, y hueca la tierra, sin ahora el sol viene a la tierra a acostarse conmigo, ya no tendremos protección, qué luz cubrirá el día si mi sol duerme conmigo en las noches, descenderá Venus al centro de mis oscuridades, y sacará de mi los demonios que nos hicieron olvidar la verdadera condición del estar loco, es amar como hemos amado muy pocos, y eso lo comprendo como el alud que bloqueo mis defensas más sutiles que ahora se abren ante este ser nuevo, pistilos, flores …pétalos.


Perdona que tus padres te hicieran creer lo contrario. 


El mundo ha cambiado y ahora el apocalipsis ha consumado todo recuerdo, yo veneraré a esa niña interna que se ahogó en una playa desolada del sur, carbón y plomo desteñidos con saliva y labia, dentro de la cueva, dentro de la húmeda oscuridad ha quedado enterrada la desdichada niña que lloró en mis brazos desconsolada.


Pobre niña del sur que lloraba por un amor de más allá del norte de hielo.


Pobre niña que no sabía nada del juego, murió bajo orgasmos de dioses de Neptuno, bajo toneladas de espumas y espumas de fuego espeso, blanco hueso, blanco Helio, blancas nubes de un deseo que ahora realmente palpo con la punta de mis dedos muertos, muertos su deseos, y muertos sus gemidos entre el ruido blanco de las olas, No hubo ningún testigo, nadie que testificara aquel abrazo que le partió los huesos enfermos de tanta rabia, le expliqué de lo que el dolor se trataba, le hice creer que no habían querido herirla de esa forma, pero sus costillas estaban tan laceradas, no pude salvarla ni aunque lo hubiese querido, la tomé de su cuello y le destrocé las cuerdas vocales para que dejara de mentirse a sí misma, para que dejará de crear ilusiones con el verbo de sus labios carnosos.

Que deliciosa muerte, que deliciosa herida de la que hoy brota la vida, lirios blancos, un pistilo de luz, un amor que no es de carne hueso ahora, sino de eternidad.

El cosmos entero se mueve dentro de ella ahora, todos los universos, las 13 dimensiones hoy se mueven por debajo de su piel de mujer, de diosa en cada poro irradia la Fe y la plata, el oro le empapa el iris de los ojos y el roentgenio se ve transmutarse lentamente en un elemento nuevo, ciento diecinueve capas se rompen mientras exhala del juego el dolor que hoy se convierte en su arma más letal; la capacidad infinita de amarlo todo.

Mientras vuelvo a ser la hiedra que envuelve el ego y lo corrompe, inhalaré la vida, los egos que no merecen estar vivos y los instintos de huida de los seres que cargan entre sus venas el miedo, seré simplemente yo, sin más piel que esta piel adicta a ser tocada y deseada, seré la eterna paradoja, y el enigma que no podrás poseer nunca.


Mi bandera de paz está desgastada,


Que blanca paz queda de gritar en 13 dimensiones diferentes, 13 dimensiones de tontos paradigmas, y leyes que se hicieron para romperse. 

Blanca es mi gravedad ahora, blanca la laguna de mi ombligo, blanco el valle antes de ascender mis muslos, blanco eterno que beso con el fueguito del Fósforo blanco de mis huesos nuevos, blanco beso sobre mis labios que vuelven a encender el rojo de mis escenas, rojo, blanco, extraños pétalos de primavera que hoy brotan entre mis ramas verdes …halos. halos blancos se disparan de las rupturas de mi cerebro en todas direcciones grita el orgasmo lo que una vez fue pena hoy se convierte en el sereno cobalto de esta estrella viajera.


Explosiones en el cielo.


Explosiones sobre la blanca arena …blanca espelma de vela quemando todas las venas que una vez fueron azules, turquesas.

Blancos los ojos, blancos los dientes, blancas las formas, y blanco el tiempo, blanca lava, blanco afuera y blanco adentro, blanca bandera, blanco juego el que ahora juego.

Era de papel el amor que tuvimos, un papel de guerra entre el azul y el blanco que asciende con el poder de los vientos hacia el cielo, gritos, perlas nacen del sur de estos cuerpos renaciendo de la vida …de las onomatopeyas que me cuento y que hoy alguien finalmente comprende.

Blanco ruido sin interferencia cobija los cuerpos cansados, cansados de la ciudad morimos 70 veces 7 ante estas brasas que se consumieron, hoy el nombre de la Tierra ha cambiado, ha cambiado su aura y también su género, aquí en este nuevo gran infinito desconocido el  alma llegó a conocer lo más importante de todo …a sí misma a través de la muerte.

Mira los rojos, rojos cambios en el cielo, hoy esta niña ha despertado como mujer nuevamente entre los brazos de Neptuno viaja en la barca de Virgilio hacia un nuevo Oriente, despierta del sueño de Morfeo, despierta y mira atentamente a los ojos que hoy la miran de nuevo con deseo, un deseo ardiente igual al que una vez había sentido en los ríos que separaban la línea del bien y el mal, hoy a estos ojos me debo y me lleno de ese amor  incondicional y eterno, hoy la luz brilla de nuevo entre el sol del centro de la Tierra y Venus… que salvación ha llegado, que inspiración para mis manos bordear el miedo con la punta de mi lengua en comienzos que oscilan alrededor de las Pléyades.


Que fascinación ..no más miedos, ni demoras.


Ha llegado el cielo, hemos alcanzado el destino, extraño ser de las estrellas, me has traído la Fe roja a las estrellas de mi pecho, de mi cuello, de mis crestas ilíacas ya eres la corriente que arrastra que levanta, como huracán las respiraciones, los gemidos que hoy se expanden 13 dimensiones sobre estos cuerpos que se desnudan de pieles viejas 

¿Antídoto eres?.

¿Venenoso acaso?

Serpiente que me enrolla en su cuerpo, amame como lo has hecho antes en mis sueños, eres tu, son tus azules ojos los que hoy me envuelven en una burbuja de eternos momentos que comienzan con las notas agridulces de tus labios y acaban en la sal de este sudor de miel que se deshace tu escudo verde, amor nuevo, fresco lienzo que hoy me teje arcoiris en la dermis, cambiame todas las notas de mi vientre con las cuerdas de tu guitarra, cántame hasta que duerma una y otra vez, cantame como anoche, todas las noches que duerma sobre tu pecho.

La fascinación por Marte me ha humedecido las nubes rojas otra vez, otra vez, y otra vez…

Y no te daré las razones que me hacen ser de ti de esta manera, después de rendirme herida a mi misma entre las palmas de tus manos violeta, no te diré por qué me rendido a ti, ser de las Pléyades, que este nuevo oro que me recorre las venas no nace de mis rojas fantasías, no nace de la sangre que desprendían mis heridas, sino de la voz de tu guitarra, que me ha llorado encima de los lóbulos de las orejas que también me besaste con la ternura que hace millones de años luz no sentía.

Me has abierto de nuevo, no he podido creerlo ni yo, no he podido hacerlo aún, cómo lograste entrar en mi universo con furia y con ternura al mismo tiempo, cómo has vuelto blanco el corazón rojo de esta tierra que hasta hace tres lunas estaba desolada por el dolor.

Fuiste enviado por el cielo, para deshacerme entre tu líquido Mercurio, fuiste enviado por el padre sol, espíritu que solo llamé en las noches de insomnio. 


¿Cómo es que me has escuchado?


¿Cómo escuchaste mi llamado, cómo respondiste tan pronto, a estos besos has respondido tan perfectamente, tan eternamente has tatuado tus huellas en mis costillas con cada caricia que por tanto tiempo pidió mi corazón negro de fuego, eres de agua y sin embargo me quemas como el fuego haciendo cristales en esta arena, espíritu del tiempo, tomame de nuevo, cuantas veces sea necesario, para borrarme la memoria te he creado y llegaste con los rayos de la tormenta, con esa salvia que brota de tu verbena no puedo detenerme aunque quisiera.

Eras eternas te he esperado y ahora que llegas es tan plena tu presencia, es tan plena mi presencia que la descarga a borrado los discos duros de la memoria interna, ángel, que dulce eres cuando bañas con tu blanco la arena que se volvía roja bajo mi espalda, viajemos entre las constelaciones que te trajeron a mi, viajemos como dos niños que recién se encuentran después de enfrentarnos a la peor de las tormentas de nieve. No me mires con el agua de tus ojos, que esta soy yo finalmente.

Lo has borrado todo, todo con esas milagrosas manos que no dejan de tocarme como si jamás hubiesen tocado algo, no sé cual es tu color, azul, turquesa, verde, me sanaste con tu lengua, me sanas cada herida abierta con tu salvia fresca, derrámate en mi como en otras vidas antes de que nos interrumpiera esta alucinación que casi acaba con mi vida a patadas, antes de que fuera robada toda mi paciencia, y robado todo este placer que era, antes de la manipulación de mentiras obscenas que quisieron poner velo sobre mi, antes de las asquerosas infidelidades que me hicieron enfermar de asquio el alma que hoy de nuevo vuelve a sentir las posibilidades, que vuelve porque tu deseo la ha hecho latir de nuevo, que vuelve por esas inhalaciones que me muerden despacito lo que quedaba de una amargura que no me pertenecía.

Nunca vi unos ojos así, nunca vi el agua deslizarse por unas mejillas tan suaves, nunca toqué un alma tan amable y tan brillante, nunca antes ví la luz venir hasta mi a salvarme, ni un orgasmo cósmico encender cada parte de mi sistema nervioso con tanta luz.


Tanta luz …¿Es posible este milagro?


Me has apresado el aterrado corazón con uno solo de tus ojos, ángel de amor y de guerra …¿cómo es que me has pasado a mi?.


Ha llegado la compasión y me ha ascendido al Monte de Venus, se ha transfigurado la misericordia en tu rostro, esta frecuencia que hoy me eriza cada filamento del cuerpo, tu fuego supera al mío .. ¿cómo es que has hecho posible eso?.


Eres un dios, solo un dios puede hacer posible lo no hecho.


Te enciendes, una y otra vez sobre mi, me enciendes una y otra vez sobre ti, estamos flotando sobre la quinta dimensión, me has traído a la vida desde no sé cuál planeta de los muertos, rojo ardor, rojo cielo, rojo todo lo que veo, tu piel y las yemas suaves de tus dedos, eres el fuego y la brasa al mismo tiempo. Oh Dios!!

¿Cómo diablos haces esto?

Me consumes, me devoras como un atardecer violento acabar sobre tus llamas, eres  luz de sol, el sol mismo que hoy me devuelve la vida, gracias por detener el dolor que me consumía, gracias por aparecer para mostrarme que existías …cómo es que no recuerdo siquiera por qué lloraba ayer sobre tus hombros, si después de probar tu néctar he recuperado mi fuerza, he vuelto a la tumba del Ra que me torturaba las arterias y me he levantado a mi misma del infierno para amarte en un simple instante. Una pieza que jamas creí encajar.

¿Cómo puede un solo segundo contigo ser más poderoso que 5 años de condena con la tristeza?


Dejame asimilar esta descarga con la que me has golpeado tan placenteramente, dejame que me recupere de tanta dulzura, de tanta verdad deja de tentarme, por favor no hagas explotar esta estrella tan rápidamente en esta dimensión terrestre, que ya lo hemos hecho tantas veces que no logro entender como me mantienes viva, agítándome, halando de mi cintura como Saturno nos empuja hacia el centro del planeta, halándome con la fuerza de mil centauros salvajes, mantenme viva por un rato más mientras termino de creer que finalmente has llegado a esta dimensión en la que te he esperado por tanto tiempo, aunque no imaginaba que tuvieras esta forma.

Mantenme así como me veo en tus ojos brillantes ahora.

Estoy sintiendo lo equivocada que estaba cada vez que me abrazas, porque nunca antes me sentí tan viva, nunca me sentí así con todas mis sombras tan completa, con todos los planetas alineados sobre nuestras cabezas me has hecho nueva, has doblado el tiempo para que este encuentro fuera posible a través del túnel de gusano que nos separaba, llama violeta borra con tu saliva de una vez por todas el espectro de la sombra que su dolor quiso poner entre nosotros, borra sus huellas y borra todas las secuelas, las pistas y las señas mientras nos comemos de nuevo las migajas que nos quedaron tiradas al filo de la cama.

Quieres estar seguro de qué somos y de qué estamos hechos para devorarnos con los ojos, como dos piezas de diamantes que soportaron la presión del estar lejos, deja a esa niña que yo ya olvidé a la mía en aquella arena fría. 

¿Quieres estar más seguro de que somos almas inmortales, de que somos de las estrellas, ángel mío?

Yo no puedo dudarlo aunque quisiera, aún entre estas paredes herméticas que nos gobiernan yo llevaba tatuado tu nombre, yo llevaba tatuados los genes índigo de tu iris, me tienes preso el corazón con la profundidad de tus ojos, me tienes enferma de deseo, enferma del tiempo que no estamos flotando entre tu energía y la mía entre la vibración del ozono de tu aliento.

Ya no hay agua que apague este fuego que has avivado, ya no hay sereno que apacigüe estas ganas de besarte los párpados que resguardan mi tesoro, ya no tengo lugar donde pueda correr a esconderme de esto que me has despertado, ya no puedo parar de venir una y otra vez sobre tus hojas,libro de la vida …de mi vida, ya no hay alguna fuerza que contenga toda esta fuerza con la que me has llenado por dentro y por fuera, ya no hay ni habrá un incondicional más radiante que este que ahora crece en mi vientre como una semilla que se rompe tan lento y lento como el cobalto que nos contiene, como los gritos que tocaron la punta del manto del cielo, como todas las las reglas de los dioses con las que rompimos el tegmento de la Láctea vía que nos separaba.

Trata de separarme de esta idea con la que te he comenzado a crear las nuevas direcciones de tu sangre, intenta hacer que no me toque las venas con las horas en las que espero que vengas de nuevo a la puerta de este templo de Afrodita que me has construido con tus propias manos, déjame pintarte de nuevo el cuerpo con mi pincel esta y todas las noches y así sabrás entonces, mi Dios del fuego, lo que es ser eterno en las manos de una artista, de una diosa que estuvo rota, pero sigue siendo imparable y poderosa. 


Yo Soy el Ángel del Destino, la Templanza, las reglas del juego.


¿Puedes escuchar a tus huesos gritando mi nombre? 


Soy el nombre que llevarán tus ganas y tu deseo a partir de este momento soy la dueña de tu eternidad, soy la luz y la sombra de este dolor que nos ha tomado de rehenes y nos ha intoxicado con su aroma, nos ha intoxicado y con su delicados hilos le da dirección al hoyo negro del ombligo, ascendiendo la tentación all plexo que le da sentido, asciende en espirales como serpiente asciende por el árbol de la vida hasta salir por la niña de mis ojos, por mis manos y mis muslos hasta sumergirme en el trono que emerge entre las crestas ilíacas de tu cadera y entonces en el camino vuelvo a creer en el infierno donde yace la fuente del exilio.

Y que el cielo tenga piedad del plomo que respiro, pues he tocado con mis labios el borde de su manto, el manto celeste y blanco de María, Venus mía, salvaje y tierna, amarga y dulce amada mía, sálvame de tu odio, ten compasión de mí, porque he matado con las mismas manos que le han amado, sálvame, porque dí tanto amor que rompí la cúpula que nos separaba del odio.


He llorado como lloran las niñas de mis ojos, el profundo odio se derritió y resbaló por las mejillas, el cuello, como catarata sobre el corazón y el timo del hombre animal que aún se esconde bajo las capas violetas de esta piel que ahora domino con el dialecto de la serpiente.

He ido al infierno una noche de septiembre y he regresado justo para ver el amanecer del día siguiente …ahora el Ángel tiene dos copas en sus manos.

Ahora el Ángel tiene dos copas en sus manos; 

una copa es de Oro contiene el Elixir rojo; la de Plata contiene el blanco Elixir, 

el fuego sagrado masculino, 

la materia prima de la feminidad

y la mezcla que es la semilla que genera la vida: El agua de la mujer que responde al fuego del hombre divinizado, agua y aceite, el violín y la guitarra eléctrica …la historia del angel enamorado de la consorte del rey Herodes que desciende al interior de la geoda para crear el color índigo.

Tienen la carga de vivir por siempre separados, pues uno puede matar al otro ...compuestos químicos incompatibles es el karma que debe vencerse, pero cómo perder lo que se es por el otro es la difícil tarea, bajaré mi luz pues si te ilumino toda la oscuridad …qué te quedaría.

El sol ha nacido del perdón ...como la luz es parida por la oscuridad, pero no se dividen nunca, aunque lo parezca, así nace el amor del odio, ciertamente es su semilla y es también la dualidad que finalmente se complementa.

Las campanas han sonado 44 veces... Vau, Vau, Nun ahora en mi cabeza ...








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