Memorias rojas de Júpiter
pero qué es un río sin un mar al que llenar?
Da y da y, qué recibe el río?
pues lo mismo que recibe el mar,
quién dice que el mar no conoce
todo lo que el río observa en su causal
mientras es atraído por su deliciosa fuerza de la gravedad.
Hubo un mar,
un mar rojo que hoy solo podemos ver desde 963 millones de kilometros de altura,
cuando la lluvia de lamentos ha ascendido del hondo valle,
creando un lago cósmico de amor silencioso
que sacrificó una vez su estado líquido por uno gaseoso.
Los hombres lo llamaron milagro,
escribieron de este milagro en los libros
y además alegaron que este mar se había extinguido,
separando con una enorme distancia a un mar del otro:
por un lado un mar rojo y por el otro un lucifer dormido,
uno lleno de vida y el otro de soledad,
energía brotando del polvo y gravedad brotando del gas.
Y desde que la gravedad existe,
existe un pueblo de hibridos que vaga en el desierto,
y en ese pueblo de nomadas yo vagaba,
rogando a la estrella de Sirio, con la mano derecha levantada,
rogaba la fuerza para usar con sabiduría
la espada de la justicia que
me fue heredada.
Sentí la magnitud pasar bajo mis pies
la noche que apareciste con tus 4 estaciones,
dividiendo el mar en 2,
los océanos y hasta los asteroides,
cómo puede tal caos traer consigo tanto orden?
Cómo puede una estrella ser tan inestable en su centro,
y aún así sostener tanta belleza en sus bordes.
cómo puede la belleza ser una carga tan enorme?
Pobre luna IO,
tanto fuego que se pierde en el infinito,
un ojo rojo que no sabe verte tan llena,
ni sabe encontrarte cuando estás perdida.
Sé que tú eres la fuente,
en la que hacen eco mis latidos,
mis lágrimas de carbón convertidas en diamantes que
abastacen la cristalidad de tus internos glaceares
.
Tu eres el FUEGO Activo que hace ARDER
La Zarza de la que Brotan
mis ROJOS Latidos como flores que encienden,
La Fuente de mi sangre,
he llegado a tí, Intima maestría, al fin he llegado, porque nunca es tarde.
Irradié para que me escucharas desde este desierto de sangre,
he pintado en mi noche estrellada un claro de luna en el horizonte,
las nubes arremolinadas como mis cabellos,
y 4 grandes satelites que enmarcan mi cielo con los 4 elementos.
Sé que es tiempo de actuar,
muestrame cómo puedo hacerlo,
canto para ti ahora,
canto aunque no sepas escuchar las profundas y distantes notas,
que en tus anillos solo flotan
desde la profunda y misteriosa Europa
te canto los salmos de mi vida.
ssssshhh ya no hagas más ruido,
que vendrá mercurio a eclipsar al sol
para que de una vez se duerma esta guerra
entre los brazos de Cupido.
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