1/4 para las 2 (Una historia prestada)

"Un cuarto para las dos" es su versión de la historia, una versión que siempre quise conocer, hoy que la encuentro entre la papelera de reciclaje de muchos textos olvidados, la dejo entre estas hojas eternas del espíritu colectivo, quizá alguien como yo las encuentre y pueda comprenderse más a sí mismo, más de lo que nosotras mismas pudimos en aquel instante, y entonces, quizá ...renazca también de las cenizas.


CAPITULO 1



Esta es la historia de alguien, más no es una historia cualquiera.

Es una historia de amor y de lucha sin precedentes, una historia de un ser que llegó a mi como un meteorito y dejó solo su cráter marcado por siempre ...en un alma.

Una historia que podría decirse que fue tóxica, llena de mentiras y tropiezos,

de idas y vueltas, de amor y odio.

Dos almas que se amaron de alguna manera, y sin embargo, la vida las separó.






"La noche que yo amo no termina jamás...

Esto también pasará."





Decía su tatuaje y su nombre era Gabriella ...un alma que me advirtió sobre su oscuridad y yo entré en ella junto con la mía.

Había luz en ella, por supuesto, y también la encontré en mi, pero no tardaron mucho en aparecer mis demonios.


Una noche amándola, le dije que se fuera, ella tocaba demasiado mis partes mas oscuras, rasgaba mis muros demasiado profundo y empezó a dolerme, así que le dije que se fuera.

Mas no se fue....se quedo junto a mi, supo ella algo, supo de mi gran dolor,

de mis adicciones, de mi depresión y mis dolores físicos y del alma.

Mil veces de mil maneras le pedí que se fuera y mil veces y de mil maneras ella volvió,

y me amó..


Intuí yo también sus oscuras dimensiones, más solo puedo decir que me amo,

me rescato y se marcho.


Me contó su pasado, sus amores, me cocinaba como la mejor chef del mundo, me levantaba cuando ya no tenia esperanza, pero sucedía algo ...yo no quería ser rescatada, tenia un dolor por fuera y por dentro y solo quería morir.

Morir era mi sueño, quería arrancarme de esta realidad que me había creado yo misma, e intentarlo con tanto esfuerzo, hizo que me volviera destructiva y fría como mi padre, vengo descubriendo ahora las raíces de todo y ahora es la hora en que el silencio se activa y no puedo decirle nada, pero contaré esta historia, como mi última esperanza, no solo porque creo que es digna de ser contada, sino porque espero que algún día en el futuro, ella la lea ...quizá.


Entonces, la cortesana, la hiedra, se adhirió a mi, como yo a ella.


4 de diciembre, 2017.


Llegué al Central Pub aquella noche, no me di cuenta que un señor inglés me miraba, yo era algo nerviosa para entonces, nerviosa sí, pero tranquila intuí que se aproximaba alguien que sería muy importante para mi, un alma que llamamos "gemela", que y hoy, lo afirmo con certeza que lo era.


Tardó unos 15 minutos en llegar, desde que me senté en una mesa poco iluminada del fondo del salón en el bar, le había traído un obsequio para un niño pues se acercaba navidad, sin saberlo aún, la mejor navidad de mi vida.

Llegó de pronto y sin pensarlo tomé su mano izquierda con la mía, me sentí en casa, algo insólito debo admitir, dopamina corría por mis venas, una dopamina que finalmente no tenía la forma que yo siempre había conocido.


Me envolvió su risa, amé su porte, su voz ronca y sensual que solo había escuchado en audios anteriormente, y que sin embargo, desde entonces ya despertaba mi deseo dormido.

Tomamos de más esa noche, quizá demasiado, luego caminamos de la mano al AMPM de la avenida central, caminamos por los pasillos sonriendo como si fuese el último día de nuestras vidas, compramos una botella de vino y nos dirigimos hacia el Hotel en el cual se hospedaría para salir al día siguiente en dirección a Panamá, a encontrarse con un alguien que ella consideraba importante para ella. Pero no me importó eso, tenia mucha seguridad de que esa noche sellaríamos un nuevo amor, nos subimos en el elevador y la besé ...sentía como mi timidez se esfumaba con ella.

 

Ebrias ...besos de cerveza de cereza y vino tinto ...deseo.

Llegamos a esa habitación, quisiera recordar el número, pero no veía, no escuchaba más que sus palabras, solo existía para sentir ese momento.

Bajé al lobby del hotel para descorchar nuestra botella de vino, y al regresar a la habitación ella se había desnudado por completo.

Me congelé ...me hechizó.

Ante ella un libro, "El espejo Inicial" que leyó como si de un cuento para dormirme, se tratara.


Me desprendió de mi ropa, y me temo que también mis máscaras cayeron con ella, tuvimos sexo, talvez no el mejor del mundo, pues el vino y mis muros eran demasiado altos, pero si puedo decir una sola cosa ...sentí paz en mi corazón, una paz que nunca antes había sentido.

Ella se durmió, y mientras lo hacía, mientras viajaba al mundo tal suyo que más tarde me mostró, mi sombra se asomó a tomar lo que quedaba del vino en la botella, quiso quedarse con nosotras, pero no la dejé ...no aquella noche perfecta.

Se despertó antes que yo y según me contó, me tomó unas fotos, que luego se perdieron misteriosamente de su memoria camino a Panamá, quizá porque en esa fotografía me veía "plena", eso dijo ella ..."plena" ...fue la primera vez que escuché esa palabra como adjetivo de mi.


Por la mañana se suponía que la sensación de siempre estaría ahí, la resaca, la soledad, pero ya no me sentía así, en cambio sentía felicidad, sentía algo que no podía explicar.

Ella ya estaba vestida, con su particular aroma, me besó, espero que yo también me vistiera, miramos la habitación, la mancha de vino en la alfombra, reímos, ya en el restaurante, desayunando, quise decirle que no se marchara, pero tenia que dejarla cumplir su destino, así que partí a la playa con algunos amigos, pero no dejaba de pensarla, la pensé todo el día, y cuando regresé a San José, recibí su mensaje:

-“ya llegue”. Me helo la sangre, celos? .Me pregunté a mi misma.

-NO. Me respondí. Sin embargo esa semana dolió, dolió porque sabía lo que andaba haciendo y solo podía pedir que tal vez, en algún momento de su viaje, ella recordara mis besos y que algo de ellos le hubiesen dejado algo ahí en la memoria de su piel.

Y así fue.

Más a pesar de saberlo con tanta seguridad, una de las noches que estaba allá, lejos de mí, recibí una foto de ellas ...abrazadas, sonriendo y caí en cuenta de que nada es seguro, ni siquiera el amor, mi ánimo decayó un poco, y mi concentración con el, el trabajo no fue lo mismo aquel día, la sangre me hirvió.


¿Qué era esa rabia que venía con el amor?


Ella dijo que fue un error, a estas alturas comprendo que mi rosa era quisquillosa y lo sigue siendo, jugaba con fuego y le gusta hacerlo.

Regresó a San José, no pude hacer más que recibirla en mi apartamento, algo molesta pues sabia lo que había sucedido allá, aún así bajé sus maletas y mi ego con ellas, y la bese, la hice mía como si regresara de un viaje a lo profundo de su alma.

Le preste una toalla para bañarse, mientras yo estaba en la cocina esperando a unas invitadas que llegaban a cenar y conocer mi primer apartamento "de adulta", y al mirarla acercarse a mi la besé, la besé como si no hubiese mañana.

 

Llegaron las chicas, parejas ...comimos, y yo, yo tenia una sonrisa de oreja a oreja con solo verla ahí enfrente de mi. No me sentía tan feliz desde hacia mucho tiempo, mis amigas lo notaron. No podía dejar de verla, de tocarla, de besarla. Estaba hipnotizada con su voz, sus andares y sus historias, nuestros gustos en común con las películas, y entonces sin más nos sumergimos en canciones, en sexo, marihuana ...días borrosos de amor y caricias ...me cocino delicioso, me hizo el amor, más yo no sabia ...no sabia hacer el amor. 

No tarde en revelarle mi secreto que nadie mas conocía.

No sabia tocarla, no sabia como.

No sabia dejar que me tocara.

No me sabia las mil maneras en que se puede hacer el amor por horas y horas.

No sabia que me amaría a mi.


¿Por que a mi, si mi soledad era divertida, mas no sabia como compartirla con ella ...como desearía haberlo sabido entonces ...pero el tiempo paso, y nos acostumbramos a pasarlo juntas, la lleve a la montaña, le hice el amor bajo la luna, un lugar nunca estuvo tan lleno ...y así nos cobijamos la una a la otra.



31 de diciembre del 2017


Estaba de vacaciones, trabajaba en una empresa farmacéutica y había logrado lo que tanto anhele, vivir sola, independizarme, terminaba una relación de mentiras, donde yo no amé.

Quería estar sola, pues han sido pocas las veces que estaba sola y bien, pero una aplicación de citas me la mostro, intuí algo, sus fotos, su descripción ...dije:


-"Ella es para mi ...la quiero". Que arrogante fui.

No sabia que la amaría tanto, pensé que podría ser solamente una aventura.

No sabia del amor.


Una noche, en una fiesta en casa de un “amigo”, con drogas y alcohol, ella fue nombrada Amy Whinehouse, contagiábamos a todos de nuestras risas, esa era la mejor parte ...nos reíamos demasiado. No recuerdo cuándo acabó eso.


Llegaron las 12am, media noche de diciembre, y entre los juegos artificiales, mi impulsividad me dijo que le pidiera ser mi novia, ella acepto.

"Felicidad" es la única palabra que tengo para describir ese momento.


Llegamos a la casa por la mañana, ella me preparó un delicioso sándwich y yo solo me dedicaba a jugar el estúpido PlayStation. Fume un poco de marihuana que ella tenia y me comenzó un "mal viaje", mi mente estaba atestada de Md, Tafil, alcohol, todo lo que ocultaba de ella, se asomaba, así que quise que se fuera, pues no quería dejarla ver mi oscuridad, mi jaula imaginaria.

Ella lloro.

...más no se fue ...se quedo y me amo.


Los días siguientes, entre mi trabajo y mis adicciones comencé a perder mi cabeza, un dolor familiar en mi colmillo derecho, cometí la primer traición, me traicione a mi misma y le escribí a mi ex, no se por qué ...por qué si lo tenia todo?.


Ella lo descubrió, la primera pelea pensé ...más lo dejó pasar. Seguimos, empecé a intuir su oscuridad, tierna, una niña de baja autoestima, y yo ...otra niña con heridas sordas, mudas, y así poco a poco comencé a perder mi poder del habla, no podía comunicarme, el miedo se apodero de mi, creó un monstruo, insegura la verdad, y es que solo con ella me sentía a salvo, segura, me dormía en su pecho, y su olor me hacía sentir una paz que antes creí no alcanzar ...sus besos y sus detalles me llenaron de luz los días.


Una nota en la mesa ...”BRILLA GUAPA”, tome una foto y orgullosamente la subí a mis redes sociales ...por vez primera me sentía segura, hasta que mi oscuridad volvió a buscarme, y empezó a repeler su luz, no quería que me viera como era realmente, mi tiempo se agotaba...cada vez mas, ya no podía ocultarlo.


Tenia que irse antes de que me viera en realidad.


Llegaron al apartamento 2 de sus amigas, ella también quería mostrar su seguridad de que era yo quién ella había buscado, así que estuve, pero ya no fui yo ...estaba sin pastillas, estaba en dolor de abstinencia, y pretender que no hay dolor en la abstinencia cuando lo hay, es una farsa que no puede ocultarse, nada puede ser peor.


Cuando finalmente se fueron, ella me comentó que yo había estado diferente. Lo estaba, y sabía que ella lo sabría, me conocía de una forma que a veces ni yo misma lograba, y entonces dije no más, de nuevo le pedí que se fuera, quería que se fuera, quería que me dejara estar sola en mi oscuridad, así que se fue, finalmente se fue.


Y al irse, ya nada fue igual, adopté a un gato, lo llamé Chester Bennington ...quizás en el fondo solo buscaba compañía, y pensé que una mascota era la solución, ella me visitaba los fines de semana, lloraba, lloraba mucho ...yo no sabia que pasaba, solo sabia que me sentía muy a salvo con ella, pero también sabía que había herido su corazón y no sabía como reparar el daño, solo seguí como si nada, egoístamente como si nada.


Empecé a decaer en mi trabajo, maldito dolor, malditas pastillas. Le arroje barro cuando me traía flores, le cerré la puerta mil veces y mil veces volvió, así que me rendí, y le acepté, le conté de mi verdadero problema: adicción y dolor.


Ella me pidió un tiempo para asimilar lo que le acababa de decir, normal, se fue a Pérez Zeledón y luego me pidió ir por primera vez, conocí a su madre, y en mi mente sentí rechazo, sé que sé que todo estaba en mi mente, todo esa inseguridad, todo ese dolor y el hecho de no poder conectar con nadie ...todo siempre ha estado en mi mente.


Visitamos Playa dominical, un lugar sencillo que se llamaba "Tortilla Flats", un nombre gracioso pues las únicas tortillas que probé de hecho formaban parte de unos nachos espantosos, pero nada importaba, nada podía apagar la felicidad que sentía, ni la horrible habitación, ni el mal clima, eran solo nuestros pies en el mar, el atardecer, las risas que volvían con el eco de las olas, y sus historias arrulladoras me consolaban otra vez, qué podía ser mejor que eso?


Pero recuerdo que el dolor seguía allí, escondido dentro de mi, en lo más profundo de mi alma, sigiloso se asomaba a pedirme de lo suyo, pero yo no tenía sus pastillas de colores para alimentarlo más, así que lo callé y disimulé ...al menos eso creí


Mi unicornio sufría, sufría por mi, por mi frialdad, por mi falta de “sexo”, se sentía sola y fea, FEA ...como podía sentirse así, cuando en mi mente ella era la mujer más hermosa del universo, no podía entenderlo, pero lo veía en su rostro, en sus ojos tristes, más la ignoré, estaba inmersa en mi, egoístamente solo pensaba en mi dolor y mi dolor gritaba exigiendo sus putas pastillas.


Por qué, porque creía que era la única forma de poderle mostrar mi lado bueno, la persona feliz, social, y sana que quería que ella viera.

Pero no fue suficiente.


Empezaron los golpes ...mis golpes, mi infidelidad con una mujer que no fue nadie, pero al mismo tiempo permití que sucediera, que bipolaridad sentía, y un enorme arrepentimiento que me carcomía, así que le llamé y le conté lo que sucedió, quizá no debí, pero la realidad es que no debí hacerlo en primer lugar, no debí engañarla, pues me engañé a mi misma, creí bajar su autoestima, pero la única que bajó fue la mía, pobre ángel, la dejé caer lentamente en mi tristeza, mi unicornio, caía y caía sola en mi muerta vida. 


Usaba lentes de contacto, me decía que sus ojos eran tan negros que daban miedo, me decía que era un alma vieja, que su abuela le había mostrado a su amor en un sueno a una muchacha de abrigo rojo morado, quise creerlo. Lo creo aun, creo q le mostro simplemente a alguien a quien debía ayudar, su "su familia", le dijo, no lo sé, estos conceptos en los que nunca creí, pero aún así nuestra historia prosiguió, y pareció ser exactamente eso.

También se destrozaba sus huellas digitales con los dientes, mi amor, pero nunca dejaba de ser una dama con clase, preciosa, y cuando me mostro sus ojos negros no me asuste, fui curioso, nunca había visto algo así, tan oscuro y tan profundo.

 

Me obsequió un anillo que amaba con todo su corazón, y yo solo lo perdí, lo perdí como la perdí a ella después ...y yo solo le di las llaves de mi apartamento y medio corazón que aun conservo ...no entendía lo que era el amor.


Mientras tanto la voluntad que me mantenía lejos de mi adicción flaqueaba ...mientras mi oscuridad crecía, el dolor crecía, y no veía mas que eso, ya no la miraba a ella.


Mi animo también decayó, todo caía y caía, no sentía amor….no sentía nada!

Empecé a darme cuenta de que ya no quería estar ahí, me pase de apartamento unas 4 veces en el mismo complejo cada vez que ella se marchaba, sentía que me faltaba la luz, mas no funcionaba, donde fuera que yo fuera, me seguía la nube negra, la que solo ella apartaba con su luz, pero, era triste ver a aquel ángel como me iba iluminando a como podía el camino tan oscuro, yo solo deseaba escapar del mundo, una rara aversión por la gente y las oficinas bonitas, el ciclo sin fin que viven todos, ya no quería ...creí que irme a playa seria la solución, pero nuevamente…..la nube me siguió.


Renuncie al trabajo, le dije que me iría sola para Panamá, pero no fue así, ella enfermo ...tenia dolor en su cuerpo, sus articulaciones, me quede y la cuide, me di cuenta que la amaba mas de lo que creía. y a pesar de que fueron días duros, ella me dibujo renaciendo, dibujamos, nos dimos y nos dimos, creo que esta parte de la historia fue un PRESENTE, porque ella se recuperó, y enseguida recibí dinero, así que decidimos ir a Playa Tamarindo.


No sabíamos muy bien donde ir, fuimos a Dominical, a Manuel Antonio, pero no encontrábamos nada o creo que mas bien era yo la que no encontraba mi auto-confianza, por más que lo intentara, a pesar de que ella lo intentara, a pesar de que fueron días buenos, hoteles, playas, risas, amor, arena, caminatas.

Ella y sus converse, como no me iba a enamorar, como en nombre de todooooooooooo como, mi compañera se fue conmigo a Tamarindo, y no pude dejar a mi dolor atrás. Maldición.


Llegué yo por primera vez a Tamarindo, parecía otro país ante mis ojos que se habían sumido solo en computadoras y en grises ciudades.


Llegamos de noche, podía percibir al fin los olores, cuanta felicidad creamos, y creímos que habíamos llegado al lugar correcto, pero todo era absurdamente caro, y nos quedamos algunas noches en hostales de cuarto compartido, salíamos en bicicleta a buscar apartamentos y gastamos mucho dinero hasta que llegamos  a a un hotel accesible llamado Tsunami.


Y entonces la pregunta era: "qué haría ella y que haría yo, debíamos trabajar, "mucho", creía yo, pero ella solo sonreía y sabía que su arte era suficiente, que pintaría, haría murales, incluso que podría cocinar en algún lugar con tal de mantenernos juntas, yo en cambio con mi laptop encontré un trabajo de call-center, y noté que el miedo siempre me hacía volver a aquello de lo que huía en la ciudad, así que luego conseguí otro trabajo en diseño grafico y por unos días desee que todo estuviese bien, pero mi cuerpo me pedía las pastillas, buscaba formas de pelear con ella y así tener una excusa para irme, no había libido en mi, solo dolor, sin pastillas solo quería dormir.


Y entonces, mi bella ángel se fue a otra playa a trabajar en un gran mural, era su primer mural, tenía miedo a las alturas, y aún así lo aceptó por las dos, por sostenernos en el paraíso, pero yo solo pensaba en lo larga que fue aquella semana, en que era invierno, en que no había el maldito internet, y en que ella no volvía y yo estaba "sola", sin dinero y sin mi "dopamina" que era ella o mis pastillas, permití que el dolor volviera, pero esta vez era más y más profundo, era más fuerte que yo y empeoraba cada día, así que me rendí, solo me rendí y fui a comprar un tiquete de regreso a San José, pero mi intuición me dijo que fuera a buscarla.


Tenia que ir a buscarla antes de marcharme, así que tomé un bote y crucé al otro lado del río...



...continuará ...o no.






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