La luz que aún no puedes ver.

Cuando miro un árbol no puedo dejar de imaginar a un volcán haciendo erupción, solo que en vez de lava roja saliendo por sus fauces, veo ramas, verdes ramas que improvisan fractales en el azul del cielo, un cielo nuevo de carbono que alguna vez fue piedra. 

Materia orgánica que en el tiempo, como una nota Do mayor, se sostiene en un pentagrama, tal cual las rocas que una vez fueron disparadas hacia el cielo dibujando caminos más pequeños que erupcionan tiernas hojas ...verdes.

Verdes, verdes que ya han dejado de llenarse con la absurda ira, verde que dejó de sonrojarse con las pasiones escondidas, verde que aún el Oxigeno no ha oxidado con la sangre del árbol de la vida, verde del cobre que sanó la abierta herida de los hombres con rencores de otros días.

...y entonces me pregunto tras la contemplación, si al igual que el árbol no son mis cabellos caudales etéreos de la densa sustancia negra que se solidificó con el invernal nigredo de la madre tierra.

...o si en algún momento nuestra sangre ardió en llamas como la lava de esta Tierra.

...o  si realmente arder es cuestión de la combustión interna, por qué no explotamos al hacer el amor, como explota una pequeña estrella al tomar de otra estrella toda la luz que yace en ella?

Cuando miro un árbol imagino al tiempo como fractales infinitos dibujando infinitos posibles caminos para tu amor y el mío, por ejemplo qué sucedería si hubiésemos tomado la luz como el causal de un río, sin intentar detenerle con excusas, sin intentar detener su silencioso fluido con nuestros ruidos.

Si hubiésemos tomado el caudal de la luz, y no el del tiempo perdido.

Si hubiésemos caminado de la mano por el valle de la sombra y de la muerte tomadas de la mano ...si hubieses llevado mi corazón en tu corazón, o si hubiese llevado el tuyo en el mío.

Cuando miro la realidad e imagino todos sus colores solo puedo recordar una fotografía, una en blanco y negro en la que miré dentro de unos ojos toda la luz del universo, pero también pude ver todo el dolor que en cada uno de nuestros posibles universos secretamente co-existía.

Capa por capa ahora, solo puedo imaginar una realidad en la que inventó que me preparas cocoa y tostadas ...una realidad en donde continúas sosteniendo la FE y yo continúo sosteniendo la esperanza. 


IO Gabrïell ∆

 

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