Visión 31.12.24. Él lavó sus pies
Visión 31.12.24. Él lavó sus pies
En el gran reino subconciente hay muchas puertas, todas esas puertas son memorias de cada ser que a existido, es la percepción de la realidad desde muchos puntos de observación.
Y yo entré de nuevo en una, una puerta que estaba ahí, en ese instante, en ese momento ...en ese preciso lugar cuando Él lavaba los pies de sus amigos más cercanos cerca del mar.
El me puso ahí sentada en una roca larga como una laja, y puso agua de mar en mis pies, agua que traía en una ánfora de oro en la que pude notar unos grabados ...cómo símbolos irreconocibles para mí comprensión.
Yo no podía dejar de mirar ese rostro tan hermoso, de rssgos casi más femeninos que masculinos, pero difícil de reconocer por tanta luz que irradiaba, podría decir que era completamente blanco, o muy cerca de estarlo.
Recuerdo muy bien su manto, lo toqué, no dejaba de tocar el borde de ese manto, porque era de alguna clase, eléctrico, emanaba electricidad porque sentía como me "electrizaba', ese manto era de un material que jamás he visto, o tocado conscientemente, era como impermeable, como la tela de un traje de buceo.
Él se acercó a mi y me dijo:
-"Que bueno que estás aquí, no sé cómo lo hiciste, pero quiero contarte el secreto para volver cuando quieras ...verás lo que hago aquí no es lavar los pies de ellos, creo portales, introduzco sus pies en sal, la sal es el medio, la sal es el camino, la sal es la vida, debes entender su poder, porque su procedencia es la verdadera fuente y yo te la mostraré ahora, porque antes no quisiste ir"
Y yo lo miré asustada, no podría creer lo que me decía, ni lo que miraba, ni que supiese que en mi visión anterior no había podido ir a la fuente.
Era imposible, era realmente inconsciente ese espacio, y esa información.
Y Él, volvió a reír, volvio a mirarme y volvió a decir:
-"Esta ceremonia que estábamos haciendo era para esto justamente, para que se presentarán las personas del futuro, y pudieran ser parte de esto, ahora ve y cuenta lo que has visto"
Y yo desperté. Ya no sentía el dolor de mi hombre derecho, y sentía una paz que jamás en toda mi vida sentí.
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