Visión 7.1.25. Bliss

Visión 7.1.25. Bliss


Entré concientemente al espacio de la ensoñación y en medio de la vida y del conocimiento estaba el camino hacia el reino de Oz. 

Una hermosa analogía del Helios interno, no de ese Sol del amanecer o del atardecer, no, hablo del Helios superior, el Helios del grado 33°, vibrando en mi cabeza con el zumbido de 10 mil abejas, todas volando hacia "arriba" ...hacia el verdadero norte que brilla a las 11 y 11.

Miré detenidamente a ese Sol sostenido y el retumbo en mis oídos fué suspendido, por un placer que mi alma había desconocido por 4 + 1 años intentando ser feliz, cuando realmente era esto lo que buscaba desde la eternidad dentro de un cuerpo y otro, nada que se pueda explicar con palabras, y es que en ese lugar se transcienden las palabras.

Y mientras miraba arriba, al Helios superior interno, y perpetuaba sus Hz de frecuencia cerré los ojos, porque era inmensamente brillante, y sentí trascender de mi cuerpo la necesidad de ser otra, algo me hacía bailar sin razones y cantar algo que aún no recuerdo. 

En ese preciso momento aparecí en un salón inmenso como un Partenón con 4 enormes columnas que la sostenían y formaban otro 11:11 desde la distancia, era la hora de oro ...el verdadero oro que buscan los fotógrafos apasionados cuando desean encontrar el amor en sus fotografías. Y entre esa luz tan perfecta apareció una mujer que me decía: 

-"Tu no puedes ser feliz, Gabriela, mira el dolor de la Tierra y sus hijos, mira su eterna necesidad de ser dioses de nuevo, perfectos e inteligentes, olvidaron la sabiduría, por qué has dejado tú de hacer lo mismo que ellos?". Y entonces me acerqué a ella, coloqué mi mano en su corazón y en su nuca y le dije:

-"Vete ya, porque yo ya te he perdonado culpa, ya me he reído de tí vergüenza, ya te he amado melancolía y te he superado pasado". 

Tu "peccātum", tu "falta", tu "error" o "transgresión" ...tu "HERRAR el blanco", no alcanza su objetivo de desviarme de este camino que ahora siento correcto". Ya no me importa ser esta niña pequeña que se ríe más de ver a otro sonreír que de cualquier chiste contado, ya no me interesa ser la flaquita que baila en el medio del salón y tampoco me interesa saciarme con sus excesos, mientras muchos comen sus almuerzos, yo estoy mirando mi verdadero horizonte. 

Y entre más le decía yo todo aquello mientras bailaba, la mujer más se empeñaba en intentar tentarme con sus palabras: 

-"Ya no quieres el amor, niña flaca??". Y le respondí: 

-"Siempre he sido el amor, nosotros, todos lo somos, lo hacemos cuando nos unimos a otros en una oración, y esa oración puede ser un beso, un simple desayuno hecho con el pan de la compasión, o una cena de familia en enero, puede ser una hora como la que escogí para mirar a través de este su Sol Terreno, o puede ser una sola persona cantando una canción de esperanza para el mundo entero desde lo más hondo de su tristeza ...porque todo aquello que nos cambia por dentro, ya está cambiando afuera ...al gran mundo que nos rodea.

He renunciado a usar solo el cerebro, me niego a una inteligencia sin alma, sin sabiduría aplicada, me niego a condecoraciones y títulos sin ese placer que da levantarse a estudiar la plenitud cada día, y si ese título le cuesta la vida a otros, no lo quiero, me niego al consumismo y a clavarme en una cruz que no sembré yo ...no más sacrificio por los que ya partieron, no más arquetipos de estrellas, no más victimizaciones, me niego al ruido, quiero la Gamma de colores que ahora escucho, no miro. 

Me niego al mañana y al ayer, al este y al oeste, porque ahora sé que el Norte no está al frente, sino en el centro de este Sol que habitamos, me niego a un consciente sin inconsciente"

Y todo eso decía mientras bailaba girando y girando en espiral descendente:

-"Yo me formé en la oscuridad profunda del vientre de mi madre, y ahí siempre fui sostenida, de qué temeré ahora que he sido abrazada por ella, de qué temerá la muerte a la vida, si es la muerte la que nos sostiene?. No buscaré más una seguridad ilusoria entre los mercaderes de este templo, yo soy la oscuridad que todos los colores contiene". Acabé por decir.

Y al abrir los ojos, aquella mujer había desaparecido, y en su lugar un atardecer Rosa desaturaba la luz dorada, nada había y nada quedaba ...solo estaba yo con mi gran Bliss ...mi eterno resplandor sin recuerdos.

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