Sueño dormido 22.4.22
Sueño de media noche 22.4.22
Me gusta recordar un paseo contigo debajo de la luna llena, platicando de auroras boreales y de esos extraños milagros que pasan antes de la media noche, cuando uno siente esa paz única que le invade al saber que aquellos a quienes amas están a salvo de alguna manera mientras duermen.
Siento tus labios, no me preguntes cómo, solo los siento en los míos, como una lejana vez primera, como una historia de fuego que quizá solo existió en mi inconsciente antes de que la tormenta llegara con su caos y la desordenara por completo con su frío, acabando así con mi cálida primavera.
Una cuestión de estaciones y vientos que se redireccionan para traer desde algún corazón del Este la luz que se perfecciona dentro de mi lunática bóveda celeste.
Me gusta creer que no estuve mirando por cinco años un reflejo en el cinabrio de mi mente, que no fuí aquel reflejo que amaba y otras veces odiaba, me gusta creer que ya no soy mi piel, sino mis huesos, y que de ese tallo duro brotaron espinas, espinas pequeñas y espinas grandes, espinas verdes y espinas naranja.
Me gusta cantar en el baño como los cardenales rojos; con pasión, ardor, y fuegos bestiales.
Me gusta calentar tus superficies de nieve con las yemas de mis dedos; me gusta ser de ti, aunque huiste tantas veces, e imaginar que esta vez ya no correrás ...que ya no dueles.
Entonces siento que mi pecho fue hecho para mecer milagros, para abrazar a tu alma cansada y traerla a la luz con besos tenues, con recuerdos de esas noches en las que fuimos almas benditas entre todas esas mujeres jodidamente locas que caían lentamente ante el exceso de exhipientes.
Me siento agradecida por no ser más el reflejo de esa ciudad perdida que acaricia con luces de neón la profundidad de nuestras viejas heridas.
Luces de neón púrpura explotando de pasado y tú vienes y me besas con tanta facilidad el alma que yo creí seca y desolada, tan suave eres, pero al mismo tiempo tan indómita como una guerrera amazona. Una rosa delicada bajo un domo lleno de estrellas, estrellas que conté sobre tu piel blanca ...blancos glóbulos, ámbar profundo el de tus ojos.
Es infinito volver a caminar por el borde de tus labios de arándanos y fresas, por los pensamientos de tus aguas internas yo me rindo, por esta magia que me recorre las calles de las venas y por los canales de las arterias me rindo, diosa de mi paz y de mis guerras, de mi azul y de mi rojo, me construyes con violeta el nuevo deseo que hoy enciende de azares y petalos mi poema.
Es bello caminar de nuevo entre tus palabras, cuando de hacer el amor se trata yo quiero ser el honor al recuerdo, quiero ser el honor de servir al amor cuando te beso, cuando te miro en silencio mientras duermes y te convierto en mi lienzo desnudo y fresco.
No puedo dejar de mirarte, tono mío, miedo mío, mal mío. Usted ya ha apresado mi corazón con uno solo de sus ojos, con uno solo de sus besos me ha aprisionado ...y yo ya no siento otra cosa más eterna que amar a tu locura y a tú veneno aunque ya no es a mi a la que has mordido. El amor es una acusación que se convierte en condena, de la misma manera, aquel que ama se convierte infinitamente en el destino del otro.
Y mientras yo viva, en la magia de un sonido inteligente, en la última de las líneas de tu mano fuerte, o en aquel lugar que imaginamos, donde la separación continúa siendo inexistente, en aquel jardín que permanente flota más allá de la idea del "bien" y el "mal" ...te encontraré frente a tu pantalla de mercurio , en el corredor de las mil puertas, en el sur de mis promesas. Te llevaré a soñar conmigo dentro del sueño que una vez tuvimos, entre las nubes sobre las que una vez dormimos, a lo profundo del cuerpo que alguna vez me pareció mío.
Ya no habrán distancias, porque tú -mi parte más humana- ha regresado de nuevo a vivir conmigo.
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