Visión 12.2.25. El escorpión y los gypsys

Visión 12.2.25. El escorpión y los gypsys

Caí en un sueño profundo dentro del subconciente y recuerdo haberme levantado de la cama, ir a la cocina y tomar un vaso de agua, no sé por qué razón sentí el deseo de caminar de nuevo hacia la cama y pude ver sobre ella un pequeño escorpión, así que me acerqué despacio.

En mi cabeza, lo tomaría de la cola para que no pudiese picarme con su aguijón, pero al simplemente tocarlo, este comenzó a revolcarse agresivamente hasta que finalmente logró establecer su veneno en mi mano. Inmediatamente caí en el inconsciente.

No sé cuánto tiempo (si es que alli existe tal cosa), permanecí en ese espacio, hasta que comencé a abrir los ojos y noté que me encontraba acostada en medio de uno de los juegos de fútbol con mi sobrina, ella estaba sobre mi preguntándome asustada, si me encontraba bien, pero yo sentía mi cuerpo sumamente pesado, y no lograba moverme más que para ponerme de rodillas ante mi sobrina que seguía mirándome intentando comprender lo que me pasaba.

En medio de aquel letargo, no sé cómo, flotando frente a mi, apareció una clase de espejo y entonces pude observar mi rostro e inspeccionarlo, para llevarme la horrible impresión de que no tenía el diente frontal derecho, y el izquierdo al solo tocarlo quedara de la misma forma prendido a mis dedos. Volví a desmayarme.

De nuevo imágenes que iban y venian frente a mis ojos, una pared amarilla, una mujer que no conocía que se acercaba de vez en cuando a observarme, y algunos flashback de mi hermana que también se perdían en el ir y venir de la conciencia, hasta que finalmente logré sostener los ojos abiertos por más de un minuto ante la mujer extraña. 

-Dónde estoy. Pregunté a duras penas. 

Esta mujer acercó su rostro al mío. Estaba vestida como una especie de "gypsy", llevaba un pañuelo rojo en la cabeza y una falda larga, con muchos brazaletes y cosas guindando de su falda que hacían mucho ruido. Volví a preguntar insistentemente que adónde me encontraba y que qué hacia allí, pero la mujer solo hablaba con otra persona que se encontraba tras de ella, en una lengua que yo no comprendía. 

Puso algo en mi boca y me dijo:

-Recuperamos tu vida, pero no tus dientes, no sabemos a qué se deba eso, y tampoco sabemos cómo llegaste aquí. 

Intenté explicarles del escorpión en mi cama, pensaba que quizá era el veneno lo que había hecho que perdiera mis dientes y mi fuerza, pero tampoco salía palabra de mi boca. 

Aún así esta mujer se incorporó y comenzó a buscar algo entre unas cajas, hasta sacar lo que parecía una piedra de Ámbar con un pequeño escorpión incrustado en ella. El escorpión era idéntico al que me había mordido, solo que más pequeño. 

Le asentí con la cabeza y ella no pudo disimular el asombro que mi afirmación le causó. Volteó y miró con el mismo asombro a las personas que se encontraban tras ella, y otra mujer salió corriendo de la habitación repitiendo una palabra que yo seguía sin comprender. 

-Quiénes son ustedes, pregunté, pero mi voz solo se escuchaba como un leve murmullo. Así que la mujer se acercaba a mi rostro para poder escucharme. 

-Somos personas del desierto -dijo- y este animal que tú dices, hace muchos, muchos soles que nadie le ha visto. No sabemos cómo curarte, pero hacemos menor tu dolor con una planta de mis ancestros. 

-Llevo, días, no, meses sin dormir, sino es que años enteros, siempre voy de un lugar a otro, le dije, estoy cansada ...muy cansada. Solo me quiero dormir para siempre.

No sé si fue sentir la impotencia, o que estaba muriendo o no saber si volvería a ver a mi familia lo que más me asustaba, pero mi corazón comenzó a acelerarse de tal manera que fue inevitable el salto de nuevo.

Y al despertar en mi cama, solo pude llorar. 

Comentarios

Entradas populares