Visión 22.2.25. La playa Subterránea
Visión 22.2.25. La playa Subterránea
El subconciente me dibuja una hermosa casa de playa a la cual aparentemente he ido en otras ocasiones, pues la gente que vive ahí me recibe muy emocionada.
-Volviste, me dicen. Espero que está vez hallas traído ropa. Y empiezan a reír.
Empiezo a sincronizar la información. Recuerdo a la chica, es una chica muy relajada, de alguna forma me recuerda a Mel, y veo a un chico aún borrosamente.
La chica se acerca a mi y me pone algo de ropa encima, me dice que me vista porque iremos a la playa. Como siempre, me percato de que estoy desnuda, voy creyendo que cada vez que se "salta" cuánticamente , o saltas desnuda o saltas de la misma forma que te "duermes".
Me pongo la ropa y le empiezo a preguntar qué con cuál blusa me veo mejor para el lugar al que vamos, ella me dice que la amarilla, que me ponga la "marilla", me dice.
Luego me dice sentémonos en el sofá "tan cool" que nos donó tu hermosa madre, dice la chica. Y veo que en medio de la sala de aquella casa, está el sofá azul de la casa de mi madre, y le pregunto asustada
-En serio mi mamá nos lo obsequió?.
-Si claro!. Me dice emocionada, y luego baja el tono un poco hacia la preocupación y agrega; "de hecho ...ella está aquí".
Volteo la cabeza y veo a mi madre, vestida muy elegante, y corro a abrazarla. Me pregunta si está bien que esté ahí conmigo, a lo que respondo:
-Por supuesto, me encanta en realidad. Quizá es una casa medio loca, pero las personas que están aquí son seres humanos increíbles, siempre te cuidarán.
-Aunque haya un rosario guindando en la puerta de la entrada. Dice mamá, y sonríe.
-Mmmm ...si. Le respondo, sonriendo con un poco de sarcasmo.
En eso entraron otras 3 chicas a la escena. Así que la primera que me recibió, toma a mami y le dice que vayan a conocer el jardín.
Yo me quedo en la sala con las otras 3 chicas y el chico, hablando acerca del lugar al que nos dirigimos, más que nada recibimos una especie de instrucciones.
Un rato después, la chica regresa con mi mamá, y me dice:
-La llevé a conocer el lugar en el cual van a tratarla, Gaby. Espero no te moleste.
Me asusté un poco, y salté del sofá hacia mi mamá, que tenía un rostro de paz.
-"Está bien, hija. Me dice en voz suave. Me gustó mucho el lugar, hay muchas cosas que se pueden hacer ...y hay otros como yo, así que podemos hablar".
Yo le tomé el rostro y le dije que todo estaría bien.
En ese momento el chico dijo que ya nos iríamos y de pronto aparecimos en lo que aparentemente era la entrada a la playa, era una construcción como las de esas costas Italianas, con esquinas redondeadas, y todo pintado de blanco y celeste oscuro.
Estaba lleno de muchas personas de todas las razas, así que podía escuchar muchos lenguajes distintos, pero de alguna manera los comprendía todos.
-Hay que descender. Dijo el chico. Por ese pasillo de la derecha. Así que comencé a bajar, el agua también bajaba por ahí, por lo que mientras descendía me resbalé un par de veces hasta que logré llegar al segundo "salón".
Mire las sandalias en mis pies, las que me había dado la chica y estaban reventadas.
-Las rompiste. Dijo la chica sonriendo. No traigo otras. Entonces las tome en mis manos y le contesté bromeando que no pasaba nada, que me las llevaría en la mano sin problema.
-Adónde está mamá. Le pregunté al chico. Ya que no recordaba ni siquiera cómo habíamos llegado hasta ahí.
-Quedó en la casa, ya la conoces. Tranquila, estará bien. Aquí no hay nada que ver. Terminó diciendo el chico.
-Claro que sí. argumentó la chica. Mira eso. Y pude ver a un hombre muy alto que descendía hacia un tercer nivel, y tenía un tatuaje que abarcaba toda su espalda, iba desnudo y muy firme en su paso hacia el tercer nivel.
Por lo que yo continúe bajando tratando de seguirlo, hasta que me tope con una extraña escena.
Se trataba de dos mujeres vestidas de esa manera en la que colectivamente vemos a María, pero las vestimentas eran negras. Una de ellas llevaba un niño en sus brazos, el niño también está desnudo.
Entonces regreso al nivel anterior en el que la chica y el chico se habían detenido, y les digo lo que vi.
-Es un augurio. Responde la chica. Ver eso representa que el final de algo se acerca.
Y yo quiero seguir bajando, pero esas mujeres se paran en la entrada que conecta al tercer y cuarto nivel, por lo que decido ir hacia la izquierda, donde encuentro un pequeño jardín y en medio hay un tronco viejo de un árbol del cual ya no quedaba más que la corteza llena de musgo.
Me acerco y lo tocó con mi dedo salomónico y en cuanto lo hago, un pequeño, casi diminuto ser, se asoma por una de las grietas, y en cuanto vuelvo a tocarlo, se esconde de inmediato y entonces puedo escuchar una música que viene desde el interior del tronco.
Intento enfocar mi oído para distinguir la canción, pero no lo logro.
En eso, alguien se acerca a mi por la espalda, me toca y me dice "es tiempo de irnos".
Y despierto.
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