Visión 5.3.25. El Final de Egipto

Visión 5.3.25. El Final de Egipto


"Todo tiene un inicio y un final, la vida es arrastrada por la eterna caída en espiral del tiempo, y mientras el Cromo sea atraído por el Selenio, siempre irán cayendo los dos enamorados en una danza hacia el hoyo negro"

Escuchaba claramente esas palabras en mi cabeza mientras el subconciente me presentaba la increíble escena de un Egipto acabado, la voz me decía: 

-Mira adónde llegaron, mira su avaricia, su ambición desmesurada. Egipto quiso independizarse e ir a poseer las tierras del llamado México. Pero les fué prohibido. Ahora mismo capturan a los que hablaron e iniciaron el recorrido de la idea por las mentes de los débiles. 

Quién puede independizarse de mi -dijo la voz en tono soberano- quién puede reconquistar un corazón femenino que ya ha sido conquistado?.

Y yo sentí escalofríos de ver todo aquello, unos hombres vestidos de forma militar (muy parecidos a lo que conozco como Romanos), sacaban a algunos habitantes de las construcciones egipcias y los colocaban a todos de rodillas sobre una línea invisible en el suelo, gritándoles imperios que yo no podía comprender aún. Algunos de ellos intentaban oponerse sutilmente, otros ni siquiera se inmutaban ante la orden de estar quietos sobre sus rodillas.

En mi mente una sola consciencia que decía: 

"Yo sé quién fué EL PRIMERO, pero pude ver a EL ÚLTIMO, y éste estaba realmente indignado de que aquellas personas olvidaran cómo ser "humanos", que hubiesen olvidado que cada quien tiene su parte y que esas partes siempre están en movimiento sobre un solo eje, ESE EJE que no puede ser movido, ni removido, porque aunque nosotros somos engranajes de ese karma, no podremos jamás ser el karma en su completitud. 

"El último" es una boca abierta y gigantesca que viene engullendo todo tras nosotros, una abismal garganta de infinito poder llena de nubes densas de blanquísimo color, como dientes que al abrirse paulatina y súbitamente dejan ver un caos inimaginable de rayos violeta. Nada escapa de él, y todo aquel que mira los ojos de sus 2 grandes huracanes queda pasmado, ingravido, rígido como una estatua de cal.

"El Último" es el tiempo que nos persigue y su hora es ahora, por eso no se puede mirar atrás -me dijo un hombre que yacía de rodillas con las manos puestas en la nuca- todo lo que es, es alcanzado y devorado por sus fases, atravesando su garganta y luego expulsado para volver a empezar ...sin memoria y sin retorno a lo vivido. Es la decadencia de la humanidad ...pero también su redención.

Ahora les dimos un poco de ventaja y en tu tiempo lo verán, pero antes tendrán un tiempo de no ver nada, y tendrán que olvidarlo todo de nuevo para poder "salir" del otro lado. 

Y entonces ví un banco de una niebla espesa que cubría de nuevo el manto estratosférico y comenzó precipitarse una lluvia, una lluvia que era ácida, y los que estaban afuera en fila sobre sus rodillas volvieron a recordar, y entonces comenzaron a rasgar sus ropas, porque ya habían recordado quienes eran y porque estaban vestidos con las ropas de sus más antigüos "enemigos", comportándose de la misma forma vil que ellos lo habían hecho en el pasado. 

Era como si la lluvia hubiese invertido la consciencia de esos hombres, permitiéndoles verse finalmente sin las máscaras, sentir de nuevo a sus corazones que estaban encarnando avatares más ancestrales que su civilización misma, y ver a los ojos a aquel "espíritu" que los había usado para asediar a su propia gente, aquel espíritu que los había usado como títeres y como esclavos para matar a los suyos propios. 

Y no podían perdonarse por aquello tan atroz de lo que ahora eran conscientes, y el lamento fue aterrador por toda aquella tierra de Egipto.

-Su deseo de poder finalmente había "Cobrado" el precio de "Hierro" equivalente, pero ese precio le dará más tiempo y espacio a tu gente, semilla, ahora vete -terminó de decirme el hombre aquel entre sus sollozos- ya el perdón llegará ...y la risa.

Pero mientras intentaba irme, escuché una clase de canto, mire a mi costado derecho, y pude ver que me encontraba sobre un puente y que éste puente se posaba sobre una clase de canal por el que corrían las aguas provenientes de un gran lago o mar a las afueras de la infraestructura de la ciudad. 

Y dentro del agua noté un movimiento, me asomé a la orilla y pude ver la cosa más impresionante que jamás volveré a ver al menos con estos ojos de carne, se trataba de un enorme delfín de un color rosa metálico, que me miraba fijamente y emitía sonidos en su propio lenguaje que mi razonamiento no podía traducir, pero que sin embargo -sé con certeza- que aquel canto se ha quedado grabado en mis células para siempre, para ser comprendido un día.

Mientras aquel mítico ser hablaba, sus tonos me fueron despertando hacia mi mundo de nuevo, y la necesidad de oxígeno invadió todo mi ser, sentí que era difícil obtenerlo y que sería necesario en algún momento, respirar aun más hondo de lo que lo hemos venido haciendo. 


G.L




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